La obra trata de un joven español que deja todo por seguir su sueño, en su camino encuentra personas de diferentes mundos, todos influyen para que él encuentre el tesoro que busca, en su trayectoria es robado, golpeado y casi pierde la vida, pero a pesar de eso aprende a respetar las ideas de las personas, a luchar por lo que verdaderamente es importante, conoce al amor de su vida, se da cuenta de que el hombre debe seguir sus sueños a pesar de los obstáculos que se le presenten en el camino y lo mejor de todo aprende a conocer a Dios.
Nunca olvida a la gitana que le dice que su tesoro está en las pirámides de Egipto, al rey que le ayuda a tomar la decisión de ir en busca de su tesoro, al ladrón que se lleva su dinero y por eso tuvo que aprender a comunicarse con las personas aunque no hablaran el mismo idioma, al pastelero que le dio de comer a cambio de trabajo, al mercader a quien ayudo a levantar las ventas de su negocio y en donde juntó el dinero suficiente para iniciar su viaje, al ingles que lo influyo para conocer la alquimia, a Fátima que se convirtió en la mujer de su vida, al Alquimista que lo guió hasta encontrar su tesoro, a Dios que lo cuido durante todo su camino y a los ladrones que lo golpearon quienes le dieron la última señal para encontrar su tesoro.
Primera parte
Santiago se convirtió en pastor después de abandonar el sacerdocio ya que su gran anhelo era viajar, su padre había tratado de convencerlo de muchas maneras para que no abandonara la carrera de sacerdote, pero no lo logro, entonces tomó una bolsa con tres monedas antiguas españolas de oro y le dijo que comprara sus ovejas y que recorriera el mundo, el muchacho vio en la mirada de su padre sus mismos deseos de viajar pero nunca había tenido el valor de enfrentarse a su sueño, su padre lo bendijo y al día siguiente tomó su chaqueta, un libro, su rebaño y fue en busca de sus sueños.
Partió lleno de alegría con camino a Andalucía, al pasar por Tarifa busco a una vieja que era capaz de interpretar los sueños, él había tenido un sueño repetido en donde un niño que jugaba con sus ovejas le enseñaba donde había un tesoro, pero al acercarse al lugar se despertaba sin saber que lugar se trataba, la vieja tomó su mano y dijo que no le cobraría nada si al encontrar el tesoro le compartía el diez por ciento, después de meditar un rato aceptó, entonces la vieja le dijo que tenía que ir a las Pirámides de Egipto donde encontraría su tesoro, Santiago se fue decepcionado pensando que no debía confiar mas en los sueños.
Una tarde estaba sentado leyendo su libro cuando se acerco un viejo llamado Melquisedec nacido en Salem le pidió un poco de su vino para calmar su sed, le hablo sobre del libro que él estaba leyendo y le pregunto que cuantas ovejas tenía, por un momento le molesto la presencia del viejo, pero lo desconcertó cuando le dijo que le diera el diez por ciento de sus ovejas y que él le mostraría donde estaba su tesoro, el muchacho no le creyó en el primer instante, pero cuando cogió una rama y escribió en la arena el nombre de su padre, el de su madre y cosas que a nadie le había contado le preguntó quien era él, contesto que era un rey y lo esperaba allí al día siguiente con las ovejas que le correspondían entonces desapareció entre la gente, el muchacho dudaba de lo que debía hacer y fue a buscar a sus ovejas.
Al día siguiente tomó seis ovejas y fue a buscar al viejo, quien al verlo abrió el manto que lo cubría mostrando un pectoral de oro cubierto de piedras preciosas, saco dos piedras una blanca y otra negra se las entregó diciéndole se llaman Urim y Tumim, la negra quiere decir “si” y la blanca quiere decir “no”, cuando tengas dificultad para tomar decisiones te serán útiles siempre y cuando les hagas preguntas objetivas, pero en general toma tu las decisiones, el tesoro esta en las Pirámides y esto tu ya lo sabías, pero tuviste que pagar seis ovejas para que yo te ayudara a tomar una decisión y de hoy en adelante tu tomaras tus propias decisiones sin olvidarte de llegar al fin de tu Leyenda Personal, entonces le contó una pequeña historia, en donde el consejo era que podía mirar todas las maravillas del mundo sin olvidar su objetivo, él comprendió lo que el viejo trataba de decirle y se marchó hacia África con el dinero que le habían dado por la venta de 54 ovejas que le habían quedado.
El muchacho llega a un bar donde algunas personas fumaban unas pipas largas pasándolas de boca en boca, hombres tomados de las manos, mujeres cubiertas del rostro, sacerdotes que comenzaban a cantar y todos a su alrededor se arrodillaban golpeando la cabeza contra el piso, él se sentía mal y terriblemente solo por la mirada siniestra que notaba en los habitantes de aquel lugar y por si fuera poco la gente hablaba árabe y no español, de pronto entro un viejo que le hablo en español, sintiéndose aliviado le contó tratando de ser discreto, que quería llegar a las Pirámides y necesitaba un guía, el viejo le dijo que costaba mucho dinero ir hasta allá, que tendría que cruzar el desierto del Sahara, el muchacho le mostró el dinero que llevaba y entonces el viejo lo llevo por las calles de Tánger diciéndole que irían a comprar unos camellos, estando en el mercado mientras se distrajo viendo una espada maravillosa que vendían el viejo desapareció con todo el dinero, pensó que la desaparición era momentánea y espero, pero al no regresar el viejo se dio cuanta de que le había robado su dinero y hecho a llorar, todos los mercaderes se fueron y se quedó solo recordando todo lo que el rey le había dicho, se dio ánimo para seguir su camino pasando los obstáculos que se le presentaron y quedándose a dormido en la calle.
Al día siguiente despertó con la misma actitud así que busco la manera de poder trabajar para ganar dinero y tener algo para comer y seguir su viaje, en el mismo mercado se acerco a un pastelero y le ayudó a montar su puesto, el pastelero le dio el primer pastel que había preparado como agradecimiento, el muchacho tomo de nuevo su camino reflexionando que a pesar de que el pastelero y él no hablaban el mismo idioma habían podido entenderse entonces pensó “ Si puedo descifrar el lenguaje sin palabras, conseguiré descifrar el mundo entero”, recordando que el rey había dicho “Todo es una sola cosa”.
El muchacho ya había aprendido a hablar árabe cuando llegó hasta el negocio de un mercader de cristal, pidió al dueño que le dejara limpiar los jarros a cambio de un plato de sopa, el mercader dijo que no serviría de nada el muchacho tomó su chaqueta y empezó a limpiar los jarros en ese momento dos personas entraron a comprar algunos de los jarros que el muchacho ya había limpiado, el mercader cerro su negocio lo llevo a un pequeño bar para que comieran y le dijo que no era necesario que el hubiera limpiado los jarros el Corán obliga a dar de comer a quien tiene hambre, al ver su disposición el mercader le pidió que trabajara para él, acepto explicándole que necesitaba dinero para ir a Egipto, el mercader sonrió indicándole que para eso se necesitaba mucho dinero y sólo le podía ofrecer lo suficiente para que regreses a su país de origen, el muchacho se sintió decepcionado, pero acepto el trabajo.
Segunda parte
Continuo trabajando con el mercader por un tiempo, las ventas de la tienda se elevaron como nunca, el mercader por supuesto estaba muy contento con su empleado, el muchacho sugirió al mercader poner una estantería fuera de la tienda para exhibir los artículos y atraer mas compradores, el mercader preguntó cuál era su verdadero interés, contestó que quería juntar el dinero que necesitaba lo más pronto posible para realizar su sueño y tenían que aprovechar a lo que llaman suerte de principiante o principio favorable, el mercader permaneció callado un rato y después dijo:
El Profeta nos dio el Corán y me dejó cinco obligaciones para seguir en nuestra existencia, la más importante es que solo existe un Dios, orar cinco veces al día, ayunar en el mes del Ramadán, hacer caridad a los pobres y la última es que debemos ir a La Meca, la ciudad sagrada, una vez en nuestra vida, esta última no la he cumplido dijo el mercader, por qué preguntó el muchacho, porque es lo único que me mantiene vivo y me da miedo cumplir ese sueño porque después ya no tendré nada por que vivir, se quedaron callados los dos por un momento y después de un rato el mercader le dio permiso al muchacho para que construyera la estantería.
Cuando ya tenía dos meses trabajando se le ocurrió que si vendía las jarras llenas de té podrían vender todavía más, así que se lo sugirió al mercader, aceptó y vio que le daba muy buenos resultados al igual que las cosas anteriores que se le habían ocurrido al muchacho, después de once meses de trabajar con gran éxito le dijo al mercader que había juntado suficiente dinero para seguir su camino, el mercader le agradeció por haber devuelto el alma a su negocio y lo bendijo.
En el momento que tomó su camino pensó en regresar a su país y comprar ovejas para seguir siendo un pastor y dejar su sueño de ir a Egipto como el mercader había dejado el de ir a La Meca, pero recordó por todo lo que había pasado, hasta donde había llegado y todo lo que el rey le había dicho entonces decidió seguir su camino integrándose a una caravana que iba hacia las Pirámides dirigida por un proveedor del mercader, allí conoció a un inglés que lo vio con Urim y Tumim y le preguntó como las había obtenido, contesto que se las había dado un rey y le preguntó que a donde iba, el inglés dijo que iba en busca de un alquimista, a lo que contesto el muchacho que él iba en busca de un tesoro, la conversación fue interrumpida cuando se acercó el jefe de la caravana para darles algunas indicaciones que debían de seguir todos los que decidieran ir con él -la principal era que el jefe de la caravana tenía el poder de decidir sobre la vida de todas las personas que iban con él porque en el desierto la desobediencia es igual a la muerte-, todos entendieron y aceptaron las reglas y cada uno dirigiéndose a su Dios juro obedecer entonces se pusieron en marcha.
El muchacho admiraba cada una de las cosas que ahí veía, la caravana constaba de más de doscientas personas formada por hombres, mujeres, niños y una gran cantidad de animales, junto al muchacho caminaba el camellero y conversaba con él, el inglés sólo leía los libros que llevaba y los iba tirando cuando los terminaba de leer, un día el jefe de la caravana decidió que ya no prendería las hogueras porque había rumores de que empezaba la guerra entre los clanes de la región y los podrían atacar, estarían a salvo hasta que llagaran al oasis tierra neutral y allí nadie los atacaría.
Cuando llegaron al oasis el inglés y el muchacho decidieron dar un paseo por los alrededores durante la noche, le contó al inglés toda su historia, éste quedo sorprendido y dijo que lo que él había hecho en la tienda de cristales en la alquimia se llama El Alma del Mundo ya que cuando deseas algo con todo tu corazón estas más cerca del Alma del Mundo y ese es el principio de todo, el muchacho se quedó en silencio durante mucho tiempo pensando en que todas las personas con las que se había topado hasta el momento coincidían de alguna manera en las cosas que le decían.
Decidió leer algunos libros que llevaba el inglés los que coincidían en que todas las cosas eran manifestaciones de una sola cosa y descubrió que la idea importante de la alquimia se concentraba en una sola esmeralda, sin entender ampliamente sus propias conclusiones pregunto al inglés, éste le contó la historia de un grupo de alquimistas que habían dedicado su vida entera a purificar metales en los laboratorios creyendo que si un metal era sometido permanentemente al fuego durante muchos años terminaría liberándose de todas sus propiedades individuales y solo restaría el Alma del Mundo, esta cosa única permita que el alquimista entendiera todo sobre la faz de la Tierra porque era el Lenguaje por el cual todas las cosas se comunicaban, a este descubrimiento le llamaban Gran Obra que esta compuesta por una parte líquida que era llamada Elixir de la Larga Vida y curaba todas las enfermedades evitando que los alquimistas envejecieran la parte sólida que era llamada Piedra Filosofal tenía una propiedad fascinante que consistía en que un fragmento de ella era capaz de transformar grandes cantidades de metal en oro puro, después de esta explicación el muchacho quedo intrigado y fascinado con la alquimia decidiendo leer más sobre ella para así encontrar la Gran Obra pero terminaba perdido entre dibujos, códigos y textos oscuros.
El jefe de la caravana reunió a toda la gente y les dijo que permanecerían allí hasta que la guerra terminara recordándoles la promesa que todos habían aceptado al iniciar su viaje, todos fueron a dormir, al día siguiente el inglés pidió al muchacho que lo ayudara a buscar al alquimista ya que el hablaba perfectamente el árabe y podía comunicarse con las personas, recorrieron gran parte del oasis sin obtener referencias del alquimista, encontraron a una mujer cerca de un pozo vestida de negro no supo darles información, pero les advirtió que no le hablaran a ninguna mujer vestida de negro ya que la Tradición lo tenía prohibido porque eran mujeres casadas y ellos tenían que respetar las costumbres, al ver que no podían obtener información pidió al muchacho que preguntara por el hombre que curaba todas las enfermedades, cuando pregunto a un hombre que por allí pasaba les contesto que Alá era el único que curaba todas las enfermedades y que ellos a quien buscaban era al brujo, pero tendrían que esperar a que terminara la guerra ya que ni los jefes tribunales conseguían verlo cuando lo necesitaban solo hasta que él lo decidía, el hombre los deja con su respuesta y se fue, el inglés se sentía decepcionado por haber venido desde lejos y tener que esperar hasta el fin de la guerra, le seria muy difícil, en ese momento se acerco una muchacha muy joven que no vestía de negro, con un cántaro en el hombro, un velo en la cabeza, pero con el rostro descubierto, cuando el muchacho se acerco a ella para preguntarle por el alquimista sintió que el tiempo se detenía y el Alma del Mundo surgía con toda su fuerza ante él entendiendo en ese momento la parte más importante y más sabia del Lenguaje que todas las personas de la Tierra eran capaces de entender en sus corazones y esto se llamaba AMOR, le pregunto su nombre y contesto que se llamaba Fátima, el inglés insistió que le preguntara por el hombre que buscaban respondió que seguramente era el hombre que conversaba con los dijins (pequeños demonios) y señalo hacia el sur donde vivía aquel hombre y se fue.
Al día siguiente el muchacho regreso al pozo para encontrar a Fátima, pero encontró al inglés que venia de ver al Alquimista y le contó que le había preguntado si ya había logrado transformar el plomo en oro y el inglés contestó que no, el Alquimista le dijo “Ve e inténtalo”, el inglés se levanto y dijo eso es precisamente lo que voy a hacer y se fue, en ese momento llegó Fátima, le pidió que fuera su mujer que la amaba que ella era más importante que cualquier tesoro, Fátima solo le contesto que los guerreros buscan sus tesoros y las mujeres del desierto se sienten orgullosas de sus guerreros y se fue.
Todos los días el muchacho iba al pozo a esperar a Fátima, le contó toda su historia, después se hicieron amigos, cuando ya llevaban un mes en el oasis el jefe de la caravana convoco una reunión, les dijo que la guerra podía durar años ya que era una guerra de poder donde no existía un bueno y un malo y que en esa situación Alá estaba de las dos partes, las personas se dispersaron y el muchacho encontró a Fátima, le contó lo que el jefe de la caravana les había dicho y ella le dijo que siguiera en dirección de lo que había ido a buscar que las dumas cambian con el viento, pero el desierto permanece en el mismo lugar y así permanecería su amor, si ella era parte de su Leyenda el volvería un día, quería que su hombre caminara libre como el viento que mueve las dumas, las mujeres del desierto vivía con la esperanza de que su hombre regresaría en algún momento y ahora ella también tendría a alguien a quien esperar, el muchacho se fue un poco triste porque en las costumbres de su país las personas que se amaban solo querían estar cerca una de la otra, fue a buscar al inglés para contarle lo que le había dicho Fátima, al llegar se sorprendió al ver que el inglés había construido un pequeño horno que alimentaba constantemente con leña y se dedicaba solo a leer libros, sin entender lo que el inglés hacia salió, después de mucho caminar se sentó y miro hacia el cielo, vio dos gavilanes volando muy alto y los dibujos que trazaban al estar volando tenían un sentido que no lograba entender, decidió entonces seguir el movimiento de los pájaros con los ojos y así quizá entendería el mensaje, de repente uno de los pájaros hizo un movimiento brusco atacando al otro y el muchacho tuvo una súbita y rápida visión: Un ejercito con las espadas desenvainadas entrando en el oasis, aquello lo dejó sobre saltado, intentó olvidar todo, pero no podía dejar de pensar en lo que le acababa de ocurrir y recordó que el rey le había dicho que siempre siguiera las señales, decidió regresar para contárselo a alguien, en su camino se encontró al camellero y le contó todo lo que le había pasado, este le dijo que fuera a contárselo a los jefes tribunales, en un principio pensó que no le creerían, pero el camellero lo convenció y fue a contárselos, cuando llego a la tienda en donde estaban los jefes tribunales les contó lo que había visto y ellos le decían que porque las señales se las iban a dar a un extranjero cuando ellos llevaba muchos años esperando en el desierto, entonces se levanto un viejo y contó la historia de cuando José siendo un extranjero también había salvado a Egipto del hambre, el viejo hizo una señal antes de que salieran y dijo, que le darían al muchacho una moneda de oro por cada diez enemigos que murieran, pero si acababa el día y no atacaba nadie él tendría que morir, salió asustado por lo que acababa de vivir, pero no se arrepentía de lo que acababa de hacer y no le daba miedo morir porque sentía que había vivido cada momento de su vida intensamente, de pronto calló al suelo consecuencia de una polvoreada tan grande que casi tapaba la luna, cuando las cosas se calmaron se encontraba frente a un caballero vestido de negro con un halcón en el hombro montado en su caballo y le preguntó ¿Quién ha osado leer el vuelo de los gavilanes?, respondió que él lo había hecho agachando la cabeza pensando que este le iba a pegar, pero solo le puso la punta de su espada en la cabeza de la que salió una gota de sangre, el muchacho ya no sentía miedo y su corazón se lleno de una gran alegría, se dijo a sí mismo que iba a morir por su Leyenda Personal y por Fátima, el extraño retiro la espada de su cabeza y le dijo que si llegaban los guerreros y su cabeza todavía estaba en sus hombros lo fuera a buscar señalándole solamente al lado sur y se fue, el muchacho pensó entonces que había encontrado al Alquimista.
A la mañana siguiente empezó la pelea y en poco tiempo había cuatrocientos noventa y nueve guerreros muertos, solo estaba vivo el comandante del batallón entonces lo llevaron en presencia de los jefes tribunales quienes lo condenaron a muerte por haber roto la Tradición de no atacar el oasis y mandaron llamar al muchacho, le entregaron cincuenta monedas de oro y le pidieron que fuera Consejero del Oasis.
Cuando amaneció el muchacho se dirigió hacia el sur, llegó a la tienda de el Alquimista pero no se encontraba lo espero hasta el anochecer cuando llego con dos gavilanes muertos al hombro, entraron a la tienda, la ofreció té y prepararon los gavilanes para cenar, el muchacho dijo que era el inglés quien lo estaba buscando, el Alquimista respondió, el inglés debería encontrar otras cosas antes de encontrarse con migo y tú ya sabes lo que necesitas solo te voy a ayudar a seguir en dirección a tu tesoro, respondió que él ya había encontrado su tesoro Fátima era lo más importante, pero el alquimista respondió que ella no estaba en las Pirámides, le dio un poco de vino y le dijo que no olvidara que su corazón esta junto a su tesoro, la noche siguiente comenzaron a caminar por las arenas llegaron al lugar donde había visto el muchacho a los gavilanes, había un agujero en el suelo el Alquimista metió el brazo y sacó una serpiente cogida por la cola, cogió su espada con forma de media luna e hizo un círculo en la tierra donde colocó al animal quedándose tranquilo inmediatamente, el muchacho pregunto para que hacia eso y este contesta que las Pirámides estaban rodeadas de desierto y él lo guiaría hasta las Pirámides, el muchacho dijo que se quería quedar en el oasis porque no quería perder a Fátima, el alquimista le respondió que ella era una mujer del desierto y sabía que los hombres tenían que partir para poder volver, si se casaba con Fátima vivirían felices el primer año, el segundo se acordaría que hay un tesoro, el tercero las señales seguirán hablando de su tesoro y de su Leyenda Personal, el cuarto las señales se irán porque no quisiste oírlas y pasarás el resto de tu vida sabiendo que no cumpliste con tu Leyenda Personal y sin jamás comprender que el amor nunca impide seguirla y cuando esto sucede, es porque no era el verdadero amor, el alquimista deshizo el círculo y la serpiente se escurrió y desapareció entre las piedras, el muchacho dijo que iría con él sintiendo una gran paz en su corazón.
Fue a buscar a Fátima para decirle que se iría, pero volvería, la amaba porque todo el Universo conspiró para llegar hasta ella, Fátima lo interrumpió para decirle que se ama porque se ama y que no hay una razón para amar, que ella es una mujer del desierto, que ahora ya tendría una esperanza y entró a su tienda.
Al día siguiente comenzaron su camino, después de una semana de viaje cuando acampó el alquimista le dijo que lo felicitaba por haber seguido su Leyenda Personal, el muchacho le hizo una pregunta que había guardado por mucho tiempo ¿Por qué le llaman Alquimista?, contestó que lo había heredado de sus antepasados y que jamás había olvidado vivir su propia Leyenda Personal, después de esa conversación anduvieron dos días en silencio aproximándose a la zona de combates más violentos, al día siguiente aparecieron tres guerreros que les preguntaron que hacían allí contestaron que estaban de caza con el halcón, los revisaron y cuando encontraron las monedas del muchacho les preguntaron para que querían tanto dinero, el alquimista contesto que para ir a Egipto, al revisar al alquimista le encontraron un pequeño frasco de cristal lleno de líquido y un huevo amarillento y cuando preguntaron que era, el alquimista dijo es la Piedra Filosofal y el Elixir de la Vida, es la Gran Obra de los Alquimistas quien tome esto jamás se enfermara y una partícula de esta piedra transforma cualquier metal en oro, los guardias rieron y los dejaron partir sin ningún problema, el muchacho le dijo que estaba loco y el alquimista solo le contestó que cuando tenemos los grandes tesoros delante nuestro, nunca los percibimos, finalmente cuando comenzaron a cruzar una montaña que se extendía por el horizonte y el Alquimista decía al muchacho que solo faltaban dos días para llegar alas pirámides aparecieron dos jinetes que pronto se convirtieron en cientos y los llevaron a un campamento militar donde uno de los hombres que estaban allí dijo que eran espías entonces el alquimista dijo que el era un hombre que solo guiaba a su amigo hasta allí, ellos preguntaron quien era su amigo, dijo que era un Alquimista que había llevado dinero hasta allí para su clan, el comandante pregunto que era un Alquimista y contesto que era una persona que conocía la naturaleza y al mundo, que si quisiera podría destruir este campamento con la fuerza del viento, el general contestó rápidamente que quería ver eso, el Alquimista contestó que necesitaba tres días y este accedió, el muchacho estaba aterrorizado y reclamó al Alquimista por su dinero, éste le contestó que pocas veces el dinero puede salvarte la vida en una situación similar.
El primer día hubo una gran batalla y varios heridos fueron traídos al campamento mientras el alquimista alimentaba a su halcón, el muchacho le pregunto que para que lo alimentaba si morirían ya que no lograba convertirse en viento, el Alquimista le contesta, solo tu morirás porque yo si sé convertirme en viento.
El segundo día el muchacho se fue hasta lo alto de una roca que quedaba cerca del campamento desde donde miraba el desierto y escuchaba su corazón, el desierto oía su miedo.
El tercer día cuando los principales comandantes fueron a buscar al muchacho, comenzó a mirar a su frente admirando el desierto entonces el desierto le pregunto que quería allí el muchacho y le contesto: en algún punto guardas a la persona que amo y cuando miro tus arenas también la veo a ella a sí que necesito tu ayuda para convertirme en viento y volver junto a ella, el desierto contestó que el no podía hacer eso pide ayuda al viento, cuando el viento se acerca el muchacho dijo, cierto día oí en ti la voz de mi amada ayúdame a convertirme en viento para llegar hasta ella, el viento le contesto que sus naturalezas eran diferentes y que él no podía ser viento, el muchacho dijo que eran iguales porque estaban hechos de la misma mano y tenían la misma alma, el viento le dijo que sería mejor preguntarle al cielo, el muchacho se dirigió al sol quien dijo, la naturaleza me conoce como la más sabia de todas las criaturas, pero no se como transformarte en viento, lo único que él podía hacer era hablar con la Mano que escribió todo, el viento sopla con gran fuerza, las tiendas comenzaron a arrancarse y los hombres se aferraban unos a otros para no salir volando, el muchacho se dirigió entonces con la Mano que todo lo había escrito y en vez de hablar sintió que el Universo permanecía en silencio y guardó silencio también, una fuerza de amor surgió en su corazón y comenzó a orar una oración que nunca había hecho antes era una oración sin palabras y sin pedidos, en el silencio entendió que el desierto, el viento y el sol también buscaban las señales que aquella mano había escrito y procuraban cumplir sus caminos y entender lo que estaba escrito en una simple esmeralda, cuando el viento paró de soplar todos miraron hacia el lugar donde estaba el muchacho ya no estaba allí, se encontraba junto a un centinela casi cubierto de arena y que vigilaba el lado opuesto al campamento.
Los hombres estaban aterrorizados con la brujería, el Alquimista sonreía porque había encontrado a su discípulo y el general porque el discípulo había encontrado la gloria de Dios, al día siguiente viajaron todo el día hasta llegar frente a un monasterio copto en donde pidieron permiso para usar un momento la cocina, el monje que los recibió los llevo hacia ella, el Alquimista calentó un poco de plomo que le había traído el monje cuando el plomo se convirtió en liquido saco de su bolsa un extraño huevo amarillento del que desprendió una capa del grosor de un cabello, la envolvió de cera y la tiró en el recipiente que contenía el plomo y cuando este se enfrió el muchacho y el monje se deslumbraron al ver que se había convertido en ORO, el muchacho pregunto si él podría hacer eso algún día a lo que el Alquimista respondió que esa era su Leyenda Personal y no la del muchacho, antes de salir del monasterio el Alquimista partió el oro en cuatro, le dio una parte al monje para agradecer su generosidad al prójimo, le dio otra al muchacho por lo que había perdido, guardó una para él y la última se la dio al monje y le dijo que la guardará por si el muchacho la necesitaba, después de salir de allí el Alquimista le dijo que él debía seguir solo, que faltaban dos horas para llegar a las Pirámides y se despidieron.
El muchacho camino esperando atentamente oír a su corazón, entonces lo escucho decir que cuando llegara al lugar donde iba a llorar ahí estaría él y su tesoro, después de algunos minutos su corazón dio un salto e iluminadas por la luz de la luna y por la blancura del desierto, majestuosas y solemnes, las Pirámides de Egipto, calló de rodillas y lloró, agradeció a Dios por haber tenido fe en su Leyenda Personal y por haber pasado todo lo que había tenido que pasar para estar allí, cuando miró al suelo y vio que en el lugar donde habían caído sus lágrimas se paseaba un escarabajo recordó que en el desierto había aprendido que en Egipto los escarabajos eran símbolos de Dios, comenzó a cavar durante mucho tiempo de repente aparecieron unos rufianes que lo golpearon al preguntarle que buscaba y no respondía nada, cuando ya estaba con la boca reventada por los golpes dijo que buscaba su tesoro porque había tenido un sueño repetido de que allí lo encontraría, el jefe de los rufianes dijo que lo soltaran que el oro que llevaba seguro lo había robado y les ordeno que se fueran, pero antes dijo al muchacho que no moriría que viviría para aprender que no debía ser tan estúpido, que el en ese mismo lugar había soñado que debía ir a los campos de España, buscar una iglesia en ruinas y que si cavaba en las raíces del sicómoro que había adentro, encontraría un tesoro, pero que él no era tan estúpido para cruzar el desierto solo porque tuvo un sueño repetido y se fue, el muchacho se levantó y contemplo las Pirámides, ellas le sonreían y él con el corazón repleto de felicidad HABÍA ENCONTRADO SU TESORO.
Santiago regresa al monasterio por el oro que le había dejado el Alquimista y luego a España, fue al lugar donde acostumbraba a estar con sus ovejas, cavo en las raíces del sicómoro y encontró un baúl con viejas monedas españolas de oro, pedrería, máscaras de oro con plumas y muchos tesoros mas, pensó que se trataba de un tesoro de la conquista que el país ya había olvidado y que el conquistador no había contado a sus hijos, guardó a Urim y Tumim en el baúl porque también formaban parte de su tesoro, el viento soplo trayendo con el un olor que él conocía y el sonido de un beso fue a ponerse en sus labios, el muchacho se sonrió y dijo ya voy Fátima.
Personajes
Santiago: Protagonista.
La vieja: gitana.
Melquisedec: viejo rey.
Viejo que hablaba español: Ladrón.
Pastelero: Patrón de Santiago.
El inglés: acompañante.
Jefes Tribunales: Autoridades del oasis.
Alquimista: Guía de Santiago.
Fátima: Enamorada de Santiago.