Resumen de Cuento de Navidad (Charles Dickens)

Cuento de Navidad («A Christmas Carol» en inglés), como muchas otras historias de Charles Dickens, es un relato humano, cálido y vibrante, donde el hombre busca el espíritu del amor y encuentra el fuego del hogar. Es una magnífica parábola sobre el pecado del egoísmo y hace uso de la fantasía para enseñarle a los hombres el camino correcto. Sigue el precepto de Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad y la Navidad es la fecha en que se olvidan los pesares, los sufrimientos y la mala voluntad, una oportunidad para convertirse en una mejor persona.

Canción de Navidad

Estrofa I: El espectro de Marley

Scrooge era de puño apretado, un viejo pecador exprimidor, escurridizo, codicioso, raedor, y avaricioso. Duro y encerrado en sí mismo que tenía un negocio junto con su difunto amigo Marley, quien hace 7 Navidades, porque era Navidad, había muerto. Nadie en las calles le hablaba, pues sabían bien la respuesta venidera.

La mañana anterior a la víspera de Navidad, Fred, el sobrino de Scrooge, lo visita a su despacho para desearle Felices Navidades e invitarlo a cenar a casa. Scrooge rechaza rotundamente la invitación, es grosero y huraño y juzga a su sobrino por no tener mucho dinero. Fred, a pesar de la negativa de su tío, se retira amablemente y sin enojo alguno.

Poco después, un par de caballeros le pidieron a Scrooge que hiciera un donativo caritativo para la gente pobre; no obstante y como era de esperarse, Scrooge se negó a ayudarlos y cuestionó la utilidad de los asilos y las cárceles para la gente necesitada.

Bob Cratchit, empleado de Scrooge quien ganaba tan sólo 15 chelines, estaba transcribiendo cartas en su cuchitril y pasaba un frío intenso, pues Scrooge ahorraba hasta para carbón. Éste esperaba que fuera la hora de salida para regresar a casa con su familia y festejar la Navidad. Scrooge le advirtió que al día siguiente, pese a ser Navidad, tendría que ir a trabajar desde muy temprano sin falta, pues de lo contrario, perdería su trabajo.

Cuando Scrooge regresó a su casa sintió que el ambiente estaba especialmente extraño y misterioso, pero ignorando dicha percepción, se colocó su camisón y gorro de dormir. Cuando éste estaba sentado en un sillón, se oyeron estruendos y campanas en la casa, y el espectro de su difunto socio, Marley, apareció ante él cargando cadenas que representaban su penitencia por haber sido mezquino y avaricioso en vida. En principio, Scrooge no quiere creer lo que ven sus ojos, pero los estruendos y gritos de Marley, lo someten a escuchar. Marley hizo su aparición para advertirle a Scrooge que debido a su comportamiento, él estaba destinado a viajar sin descanso y que aquello también le ocurriría a él de no cambiar su actitud, por ello le daban la oportunidad de reivindicarse y tres espectros se encargarían de visitarlo en las noches consecuentes a la 1:00. Cuando el espectro de marley salió por la ventana, Scrooge se dispone a dormir.

Estrofa II: El primero de los tres espíritus

A las 4:00, Scrooge se despertó, y a partir de entonces, el reloj comenzó a avanzar con rapidez, dando las campanadas y haciendo pasar un día entero en cuestión de minutos. Al dar la 1:00, apareció ante él el primero de los 3 espectros. Era una extraña figura, como un anciano del tamaño de un niño. Su cabello, que colgaba por su espalda y su nuca, era blanco, quizá por la edad, y no obstante, la cara no tenía la menor arruga y el más tierno vello aparecía sobre su piel. Los brazos eran muy largos y musculosos; las manos, las piernas y pies igual, como si su presión fuese de una fuerza inusual. Vestía una túnica del blanco más puro y alrededor de su cintura llevaba un lustroso cinturón, cuyo brillo era hermoso. Sostenía una rama de fresco y verde acebo en la mano, y en contradicción con el emblema invernal, su vestido iba adornado con flores veraniegas. Desde la coronilla de su cabeza irradiaba un chorro de luz clara y brillante y usaba un gran apagaluces como gorra, que ahora sostenía debajo del brazo. Este espíritu se presenta como el Espectro de las Navidades pasadas, quien lleva a Scrooge a su pueblo de infancia. Ambos entran a una casa antigua donde observan a Scrooge de niño leyendo un libro e imaginándose historias. El viejo Scrooge siente enorme gusto y nostalgia al recordar aquellos momentos cuando viajaba con la imaginación. Poco después, lo lleva a la misma casa, pero Scrooge ya es un poco mayor y su hermana, alegre y hermosa, lo visita para llevarlo a casa con su padre a pasar la Navidad. Scrooge recuerda con amor a su hermana, quien murió poco después de haber tenido a Fred, su sobrino.

Posteriormente, el espíritu lo lleva al despacho de Fezziwig, su primer jefe, quien tenía 2 aprendices y los alojaba en su casa. Era Navidad y había un festejo en la oficina a donde todo el mundo asistió, bailó y se divirtió. Scrooge sintió en aquel momento, la necesidad de hablar con su empleado Cratchit.

Después el espíritu lo lleva a verse más grande, codicioso y con ojos de lucro discutiendo con su novia quien le reprocha haber cambiado porque se ha dejado atrapar por la avaricia. Ella le advierte que lo dejará, pues el ídolo de oro la ha desplazado. Ante esto, Scrooge le suplica al espíritu no ver más, pero éste le toma por los brazos y lo lleva a casa de Belle, su antigua novia, en compañía de sus hijos y su marido. Este último, le comenta a Belle que ha visto a Scrooge completamente solo y que su socio, Marley, está a punto de morir.

Scrooge le suplica al espectro no ver más, que pare la tortura y al regresar a casa, cae en un profundo sueño.

Estrofa III: El segundo de los tres espíritus

Esta vez, Scrooge no quería que este fantasma lo tomara desprevenido, así que abrió las cortinas de su cama y lo esperó despierto. Al dar la 1:00, nadie había ido por él, pero cruzando su puerta se reflejaba una luz roja. Scrooge se levantó para ver qué había tras la puerta y se encontró con el segundo de los 3 espíritus, dentro de su recámara repleta de comida y manjares. El espectro iba vestido con un sencillo manto verde, bordeado de piel blanca. Esta prenda colgaba tan suelta de su amplio pecho desnudo, como si desdeñara ser preservado o escondido por ningún artificio. Sus pies, que se observaban debajo de los amplios pliegues de la prenda, también estaban desnudos; y sobre su cabeza no llevaba otra cosa que una corona de acebo, engarzada por relucientes trozos de hielo. Sus rizos castaño oscuro eran largos y sueltos; libres como su genial cara, sus ojos chispeantes, su mano abierta, su alegre voz, su franco comportamiento y su aire jovial. En su cintura lucía un antiguo cinto, pero no había ninguna espada en él y la antigua vaina estaba enmohecida. El espíritu se presentó como el espectro de las Navidades Presentes, siendo de los más jóvenes de los más de mil ochocientos hermanos que tenía.

Ambos viajaron hasta la ciudad y pese al frío que hacía, se respiraba una sensación de calidez y alegría. Fueron a casa de su empleado, Bob Cratchit y vieron a su familia antes de la cena de Navidad. Cratchit tenía varios hijos: dos pequeños, Martha, Peter y el pequeño y enfermo Tiny Tim, quien cojeaba de una pierna. En casa de Cratchit cenaban un pequeño pavo y pudín que cocinó su esposa, asimismo, cantaban villancicos alegremente. Scrooge le preguntó al espíritu si Tiny Tim viviría, pero éste le contestó que de no cambiar su situación, preveía una silla vacía y una muleta abandonada. A Scrooge le dio mucha pena que el pobre Tiny Tim pudiese fallecer debido a su enfermedad.

De allí, partieron a casa de su sobrino Fred, quien festejaba la Navidad en compañía de su familia, brindaba por el tío Scrooge, pese a su negativa y burla respecto a la celebración. Scrooge estaba muy emocionado al ver la reunión, pues jugaban a la gallina ciega y todos se divertían mucho, él deseaba poder estar en el festejo.

De regreso a casa de Scrooge, el espectro comenzó a envejecer y de los pliegos de su manto sacó un niño y una niña: amarillentos, flacos, andrajosos, huraños, lobunos, pero postrados en su humildad. El espectro dijo que eran los hijos del hombre y le recordó a Scrooge las palabras que pronunció con los caballeros que le pidieron caridad en su oficina para los pobres.

Estrofa IV: El último de los tres espíritus

En punto de las doce, el espíritu desapareció y Scrooge divisó un fantasma solemne, con sábana y caperuza, que venía, cual una niebla, por el suelo, en su dirección. El fantasma se acercaba lenta y gravemente en silencio, parecía desparramar pesadumbre y misterio. Iba arropado con una prenda negra, que le escondía la cabeza, la cara, su forma, y no dejaba nada visible de él excepto una mano extendida. Scrooge le preguntó si era el espectro de la Navidad por Venir, pero el espectro no contestaba ni pronunciaba una sola palabra, únicamente señalaba con su mano la dirección. Scrooge le seguía en la sombra de su manto.

Primero fueron a la ciudad y escucharon a varios hombres de negocios, que Scrooge conocía, hablar de la muerte de alguien. Después visitaron la casa de un señor que le compraba a unas mujeres las cortinas de cama y ropas del difunto, cual aves de rapiña. El siguiente lugar que visitaron fue la casa de una pareja que discutían sus deudas, dado que la persona a la que le debían, había muerto, sin embargo, cualquier cosa, era mejor que seguirle debiendo al difunto. Posteriormente, fueron a casa de Bob Cratchit y se percibía la ausencia de Tiny Tim y la profunda tristeza que ésta provocaba en sus familiares, asimismo, Bob platicaba que había visto a Fred, el sobrino de Scrooge, quien fue muy amable con él e incluso le ofreció trabajo a su hijo Peter.

Finalmente, fueron al cementerio y el espectro señalaba una lápida en particular, en la cual estaba inscrito el nombre de Scrooge, por tanto, éste le suplicó que le permitiera revindicarse y que de ahora en adelante honraría todas las Navidades. Pese a sus súplicas, el espectro lo rechazaba y en último sollozo de Scrooge, el espectro se convirtió en la columna de su cama, permitiéndole sentirse liberado e infinitamente feliz por esta segunda oportunidad.

Estrofa V: Conclusión

A partir de ese momento, Scrooge juró tener siempre presentes a los tres espíritus de la navidad y decidió iniciar un cambio drástico en su vida. Al salir a la calle, comprendió que aquel día era la víspera de Navidad, así que le encargó a un muchacho comprar el pavo más grande de la tienda para enviarlo, en el anonimato, a casa de Cratchit. Inmediatamente después, se encontró con el señor que le habría pedido caridad para los pobres y Scrooge le ofreció una suma muy considerable. No se dilató para ir a casa de su sobrino y pasar la Navidad en compañía de su familia, tal y como la habría visto con el segundo espectro.

A la mañana siguiente, Scrooge esperaba a Cratchit en la oficina, quien llegó un poco tarde. Scrooge lo regañó por su tardanza, pero era parte de una farsa para notificarle que le aumentaría el sueldo y que le ayudaría a sobrellevar los problemas de Tiny Tim.

Scrooge cambió radicalmente, se volvió bueno y generoso. Tiny Tim, quien no murió, tuvo a Scrooge como un segundo padre. A veces la gente se reía del cambio de Scrooge, pero él era feliz.

Personajes

Ebenezer Scrooge: Personaje Principal. Un avaricioso y codicioso anciano, socio superviviente de la firma Scrooge y Marley. Es visitado por los 3 espíritus, quienes cambian su vida y su perspectiva respecto a la misma y a la navidad.

Espectro de la navidad pasada: Personaje principal. Un fantasma que muestra las cosas pasadas. Un anciano del tamaño de un niño con cabello blanco, sin arrugas, de brazos muy largos y musculosos; las manos, las piernas y pies igual, como si su presión fuese de una fuerza inusual. Vestía una túnica del blanco más puro y alrededor de su cintura llevaba un lustroso cinturón, cuyo brillo era hermoso. Sostenía una rama de fresco y verde acebo en la mano, y en contradicción con el emblema invernal, su vestido iba adornado con flores veraniegas. Desde la coronilla de su cabeza irradiaba un chorro de luz clara y brillante y usaba un gran apagaluces como gorra, que ahora sostenía debajo del brazo.

Espectro de la navidad presente: Personaje principal. Fantasma que muestra las cosas presentes. El espectro iba vestido con un sencillo manto verde, bordeado de piel blanca. Esta prenda colgaba tan suelta de su amplio pecho desnudo, como si desdeñara ser preservado o escondido por ningún artificio. Sus pies, que se observaban debajo de los amplios pliegues de la prenda, también estaban desnudos; y sobre su cabeza no llevaba otra cosa que una corona de acebo, engarzada por relucientes trozos de hielo. Sus rizos castaño oscuro eran largos y sueltos; libres como su genial cara, sus ojos chispeantes, su mano abierta, su alegre voz, su franco comportamiento y su aire jovial. En su cintura lucía un antiguo cinto, pero no había ninguna espada en él y la antigua vaina estaba enmohecida. De carácter jovial y animado.

Espectro de la navidad futura: Personaje principal. Fantasma que muestra las cosas futuras. De carácter solemne, misterioso y fúnebre. Con sábana y caperuza, que venía, cual una niebla, por el suelo. Jamás pronuncia una sola palabra, pero le señala a Scrooge y le da a entender su futuro de ser que éste no cambie.

Espectro de Marley: Personaje secundario. Espectro del socio anterior de Scrooge quien viaja sin descanso y carga una pena por haber sido mezquino y avaricioso en vida.

Fred: Personaje secundario. Sobrino de Scrooge. Amable, alegre y de buen corazón.

Bob Cratchit: Personaje secundario. Empleado de Scrooge, con una familia grande que mantener. Noble y cariñoso con sus hijos.

Tiny Tim: Personaje secundario. Hijo de Bob Cratchit. Muchacho joven, inválido, de gran ternura y buen corazón.

Señor Fezziwig: Personaje secundario, quien fue antiguo jefe de Scrooge. Mercader jovial, de buen corazón.

El tanido de las campanas

Una historia de duendes de unas campanas que tocaron la salida de un año y la entrada de uno nuevo.

Primer cuarto

En lo alto de la aguja de una vieja iglesia, muy por encima de las luces y murmullos de la ciudad y muy por debajo de las nubes que pasan volando y le dan sombra, es el lugar más salvaje y lúgubre. En la cima moraban unas campanas muy viejas, bautizadas hace siglos por obispos. Eran campanas demasiado recias para depender del capricho del viento, además porque luchando valientemente contra él, vertían sus alegres notas para un oído que escuchara, de manera real. Eran tan misteriosas, oídas a menudo y nunca vistas; tan altas, tan distantes, tan llenas de una melodía tan profundamente poderosas que Toby, también conocido como Trotty por su forma de caminar al paso de trote, las miraba con temor reverencial y algunas veces, tenía cierta confianza de ver a alguien allá arriba que le hacía señas para que subiera. Por todo ello, Toby rechazó desdeñosamente cierto rumor que circulaba referente a que las campanas estaban hechizadas. Hay veces que Toby cree que las campanas le dicen que se mantenga animado. Toby Veck era muy pobre y se ganaba la vida llevando mensajes, recados y cartas de un lugar a otro. Siendo un hombre débil, pequeño, delgado, era un verdadero Hércules, pues tenía una fe absoluta de que era capaz de cargar o llevar cualquier cosa que el hombre pudiera levantar.

Su hija Meg lo visita con una canasta llena de comida para comer y festejar su futuro matrimonio. Aunque son pobres, ella y su novio, ya llevan tres años juntos y quieren unirse para el Año Nuevo. Al poco teimpo llegó Richard, un joven bien parecido, de buena estructura y vigoroso.

Padre e hija se sentaron en la entrada de la casa del regidor Cute para comer. Cuando éste, junto con Filer, salieron, Cute se comió el resto de la comida de Trotty y entre él y Filer se dedicaron a humillarlo al decir que no deben de tener derechos terrenales a los negocios o a nacer. Asimismo, juzgaban mal las intenciones de su hija para casarse, advirtiendo que será abandonada, quedará pobre y desolada y Richard la trataría muy mal. Finalmente el regidor le encargó a Toby que llevara una carta y Filer, sugirió que se le pagara poco.

Toby, al marcharse, pensaba en sí mismo que todos somos malos por naturaleza y no tenemos nada qué hacer en este mundo.

Segundo cuarto

Toby fue presuroso a casa de Joseph Bowley, miembro del parlamento, quien vivía en el gran distrito de la ciudad. Fue a entregar la carta personalmente. Joseph Bowley hablaba de la importancia de saldar las cuentas antes de la entrada del nuevo año. La carta de Cute le avisaba, que con su consentimiento, aboliría a William fern por dormir en un cobertizo, ser pobre y ser arrestado. La esposa de Bowley apoyaba la idea de Cute porque en alguna ocasión, ella trataba de hacer que la gente cantara animosamente para trabajar y él, quien pensaba que el método para sobrevivir no era cantando, se negó a hacerlo. Por tanto, Sir Bowley apoya la petición de Cute y le cuestiona a Trotty si él ya había saldado sus cuentas también. Trotty, tímidamente, contesta que no lo ha hecho porque ha sido muy dura la vida. Sir Bowley se siente indignado por ello y lo despide con la respuesta a la carta de Cute.

De regreso de su encargo , Toby se topó con William Fern (hombre atezado, musculoso, de aspectyo de campesino, con el cabello moteado de gris y una tosca barbilla) quien llevaba en brazos a la hija de su hermano de 9 años. Toby le advirtió que no fuera con Cute, quien tenía la intención de encarcelarlo, y en su lugar, le ofreció su humilde morada para pasar el año nuevo y resguardarse del frío.

Toby vivía en una pequeña caballeriza junto con su hija Meg, allí instalaron a sus invitados, les ideron de cenar y la pequeña niña se encariñó con la buena Meg. Toby se puso a ver el periódico y observó una trágica noticia acerca de una madre sin recursos que asesinó a sus hijos y se suicidó a raíz de la desesperación. Trotty lo consideraba inhumano, abominable y volvía a su inicial postura de que todos eran malos por naturaleza. En ese instante, escuchó que las campanas de la iglesia le decían: “Toby Veck, ven a vernos, arrástrate hasta nosotras, persíguele y dale caza, interrúmpele su sueños”

Toby decidió subir al campanario de la iglesia, pese a que creía que la puerta de entrada estaría cerrada, pero ésta estaba entreabierta. Toby no sabía si subir o conseguir una luz, pero su valor lo motivó a entrar en la completa oscuridad. En su trayecto a la cima sentía la presencia fantasmal de un hombre, pero entre más se acercaba a las campanas, la sensación iba desapareciendo. Al llegar al final se desmayó.

Tercer cuarto

Cuando Toby despertó tuvo una visión de duendes, saltando, volando, cayendo, saliendo a chorros de las campanas sin cesar. Los vio feos, agraciados, tullidos, exquisitamente formados, jóvenes, viejos, buenos, bondadosos, crueles, alegres, taciturnos; danzando y cantando, arrancándose los cabellos y aullando. Les vio en el interior de las casas atareados junto a las camas de los durmientes, gritando en sus oídos, tocando la más suave música, calmando sus sueños, alegrando a unos con cantos de aves, proyectando horribles caras sobre el turbado descanso de otros, desde espejos encantados que llevaban en la mano.

Al fin se desvanecieron todos y la torre silenciosa. Trotty vio entonces, una figura con barba del tamaño de las campanas al lado de cada una de éstas. Figuras graves, misteriosas, sombrías y espantosas. No se apoyaban en nada, sostenidas en el aire de la noche de la Torre con sus cabezas envueltas y encubiertas por una caperuza. Trotty no se podía mover y de haberlo logrado se hubiera aventado al precipicio. Los espíritus de las campanas le decían que aquel que diera la espalda a su propia raza, hace mal al cielo, al hombre, al tiempo y a la eternidad.

De pronto, Toby pudo ver abajo y divisó su propia figura en el piso, aplastada. Los espíritus le dijeron que había muerto hace 9 años. El espectro de la sobrina de Will Fern apareció ante él como su guía y se transportaron a casa de Meg, quien hermosa aún, se veía triste y desesperanzada. Platicaba con Lillian (sobrina de Will Fern con 9 años más) quien deseaba que Meg fuera alegre nuevamente. De pronto desapareció su guía y el espectro de Trotty estuvo divagando en la fiesta de Sir Joseph Bowley en honor al nacimiento de su hija en año nuevo, Lady Bowley. Allí se encontraba el regidor Cute y Fish, quienes hablaron acerca del suicidio de Deedles, un hombre importante de negocios. El festejo fue interrumpido por la abrupta entrada de Will Fern, quien alegaba que las autoridades, en lugar de encerrarlo a él y a los de su especia en la cárcel por cualquier razón injusta, debían otorgarle las condiciones para mejorar, pues él ha tratado de superarse con el trabajo pero nunca le dan oportunidades. Cuando se levantaron para sacarlo de la casa, Trotty volvió a tener ante sus ojos a Meg, sola y más triste. Richard llamó a la puerta, mucho más viejo y acabado, para entregarle dinero que le enviaba Lillian, pero Meg le pidió que se lo regresara. De pronto llegó Lillian, quien se arrodilló ante Meg y le pidió que permaneciera a su lado y su perdón. A partir de ese momento, volvió a aparecer el espectro de la niña, diciéndole a Toby que se marchara.

Último cuarto

Ahora Toby estaba en la tienda de la Sra. Chickenstalker quien se había casado con el que era mozo de Sir Bowley, Tugby. Chickenstalker comentaba la desgracia por la que pasaba la pobre Meg, pues a raíz de la muerte de su padre en el campanario, ella no se casó con Richard como lo habían planeado, ahora Richard estaba enfermo a punto de morir y ella acababa de dar a luz a una niña. Richard se dio a la bebida, al ocio, a las malas compañías; perdió su buen aspecto, su salud, su buen carácter, su vigor, sus amigos, todo. Él estuvo hundiéndose más y más y Meg soportando suficientes miserias, pero se casaron después de que Lillian le dijo a Richard que regresara con Meg. Los malos hábitos de Richard no desaparecieron y Meg, entre la niña y su marido, no tuvo más tiempo para hacer su trabajo y apenas lograban sobrevivir, no obstante, falleció Richard y Meg quedó completamente desolada.

El señor Tugby echó de la casa a Meg y a su hijita y ella, en su desesperación, se dirigió al Río. Trotty les rogaba a los fantasmas que la detuvieran en su desesperanza, gritaba que había aprendido la lección al haber juzgado a la mujer del periódico. Suplicaba a los espíritus de las campanas que la ayudaran.

De pronto, Trotty despertó en su casa de un largo sueño. Él lloraba, se reía y volvía a llorar de alegría. Meg estaba a su lado cosiendo los listones para su traje de bodas y Richard, esperando poder darle a Meg el primer beso del año nuevo. Al sonar de las campanas, la pequeña Lillian salió de la habitación con su tío Will, quien agradeció a Trotty su ayuda. Este último le prometió su amistad por siempre. La Sra. Chikenstalker también fue a casa de Trotty para felicitar a Meg por su boda. Todos festejaron, bailaron y disfrutaron de la dicha que les traía este nuevo año.

Personajes

Toby Veck: Personaje principal. Un recadero. Hombre pequeño, delgado, de buen corazón, considerado. Está decepcionado de la naturaleza humana, la considera ingrata y maliciosa, pues él es un hombre de gran nobleza.

Margaret Veck: Personaje secundario. Hija de Tobby Veck. Se parece a su padre, es de muy buen corazón y gran nobleza.

Richard: Personaje secundario. Un agraciado herrero, de buen aspecto y buen carácter. Novio de Meg.

William Fern: Personaje secundario. Un hombre pobre y honrado a quien se le ha dado una mala reputación.

Lillian Fern: Personaje secundario. Hija del hermano de Will Fern.

Regidor Cute: Personaje secundario. Hombre que se enorgullece de su carácter práctico y soberbio

El grillo del hogar

Primer Cri Cri

La historia comienza en casa de la familia Peerybingle, con el concierto entre el cantar de un grillo y la ebullición de la olla. Tilde, la Sra. Peerybingle, arrullaba a su hijo cuando su esposo John, un carretero, regresaba de su trabajo. Tilde era notoriamente más joven que John, pero ambos eran felices juntos y consideraban que el grillo en la casa los colmaba de buena suerte y bendiciones.

En la carreta de John estaba un anciano que recogerían en casa de los Peerybingle. Tilde y John platicaban acerca del futuro matrimonio entre Tackleton, comúnmente conocido como Gruff y Tackleton, un mercader de juf¡guetes, y una amiga de Tilde, May Fielding.

Un vecino de los Peerybingle, Caleb Plummer, fue a saludar a la familia de John y a recoger una caja con ojos de cristal para muñecas, advirtiendo que su pobre hija era ciega.

Posteriormente, llegó Tackleton con la intención de invitar a la pareja a su casa para que Tilde convenciera a su futura esposa de casarse con él, pese a la gran diferencia de edades; no obstante, Tilde no simpatiza con Tackleton, pues es ingrato y mala persona, odia los grillos en la casa y si fuera por él los aplastaba en ese instante. De pronto, Tilde soltó un fuerte grito, John la atendió inmediatamente y ella sólo reaccionaba sollozando y después riendo histéricamente. Ella dijo que algo se la había aparecido pero ya se había marchado. Tackleton y Caleb se marcharon después, no obstante, el anciano desconocido permanecía parado inmóvil esperando a que lo recogiera su enfermero, pero al ver que afuera había mal clima, pidió permiso a la familia Peerybingle para hospedarse con ellos por esa noche, Tilde no lo dudó e inmediatamente le tendió una cama.

El grillo y la olla volvieron a cantar, Tilde le preparó si pipa a John y ambos se sentaron junto a la lumbre.

Segundo Cri Cri

Caleb Plummer estaba en casa con su hija ciega, a quien le hacía creer que vivían en un maravilloso lugar, con muchos lujos y que el Sr. Tackleton era un hombre bromista y bondadoso con la familia; aún cuando todo esto no era verdad, Caleb lo hacía para ver feliz a su hija. Allí también había un grillo, el cual arrullaba al pobre Caleb durante las noches tristes y frías.

Tackleton llegó a casa de Caleb para pedirle si podía asistir a la reunión que efectuaban siempre con los Peerybingle, pues traería a su futura esposa para reunirla con su amiga Tilde. Tckleton consideraba a la pobre Berta una idiota, no obstante, ella siempre le admiró porque su padre lo describía como una gran persona, y ante la noticia del casamiento, Berta se sintió triste y decepcionada, quizá por alguna afección que sentía por Tackleton.

A la mañana siguiente, John, Tilde, el bebé y la srita. Tilly Slowboy, doncella de Tilde, subieron a la carreta, llevando comida y a Boxer, el perro, por delante, para visitar a Berta.

Durante el camino, los hombres admiraban a la joven esposa de John y éste a su vez, se sentía orgulloso de ello. Al llegar a casa de Caleb, fueron bien recibidos. Poco después, arribaron Mary Fileding, su madre y Tackleton. En la mesa, ambas amigas no dejaban de platicar y de reír, incluso Tackleton sentía que se burlaban de él, pues Tilde, quien no simpatizaba con Tackleton, hacía comentarios sarcásticos frente a Mary.

Después de comer, John tenía que marcharse a realizar otros encargos y regresaría por la noche para recoger a su esposa y su hijo y regresar a casa. asimismo Tackleton, Mary y su madre se marcharon. Cuando John regresaba por la noche, acompañado de un muchacho sordo, Tackleton le pidió que lo acompañara, advirtiéndole que no cometiera ninguna imprudencia después de ver lo que le enseñaría. John vio a su esposa riendo y jugueteando con el anciano, que no era anciano, sino que utilizaba una peluca. Ella le colocaba el disfraz y él le pasaba la mano por la cintura. John se sintió desolado y como un niño sin fuerzas.

Tilde se despidió de sus anfitriones, subió al carro y al ver que John no regresaba, pensó que quizá habría decidido regresar caminando y se marcharon de regreso a casa.

Tercer Cri Cri

Cuando John regresó a casa, su esposa trató de sentarse a su lado, pero él la rechazó y ella se marchó a su recámara. John sintió ira y tomó la escopeta para vengarse del intruso, no obstante, cuando estuvo a punto de actuar, el grillo de la casa comenzó a cantar y esto fue más que suficiente para calmarlo y dulcificarlo. A John se le apareció el Hada Grillo del hogar quien le hacía recapacitar acerca de las bondades de su esposa a través del reflejo de un espejo, sin embargo, éste se nublaba cuando aparecía la sombra del intruso.

A la mañana siguiente, era el día de la boda de Tackleton y el aniversario de John con Tilde. Tackleton llegó temprano a casa de John y éste le dijo que no tomaría represalias con su mujer, pues debía reparar el daño que le hizo al convertirla en la esposa de un hombre mayor, privándola de mucha felicidad. Tackleton no comprendía bien qué ocurría, pero John le aclaró que su mujer debía ser respetada y que la enviaría de regreso a casa de sus padres para que fuera libre. Tilde escuchó estas últimas palabras, las cuales le causaron sorpresa y pesar, y Tackleton se marchó hacia la iglesia.

Caleb y Berta llegaron a casa de Peerybingle porque Caleb deseaba contarle la verdad a su hija con la ayuda de Tilde. Berta comprendió que su padre la amaba mucho y que sus mentiras no eran mal intencionadas. Tras este acontecimiento, el intruso apareció en compañía de May y contó la verdad de los hechos: el intruso era el hermano de Berta, hijo de Caleb, a quien creían muerto. Éste, cuando regresó, se enteró de que su amada de la juventud se casaría con un hombre rico a quien no amaba y para comprobarlo, se disfrazó y le susurró su identidad a Tilde la noche en que gritó sin motivo alguno, para pedirle que interviniera por ellos.

Tilde le explicó a su esposo que sabía que había errado al no decirle la verdad, pero le aclaró que ella le amaba profundamente, y que él, al decir su resolución ante lo que sospechaba, demostró su infinita bondad. John tomó en sus brazos a su mujercita y dicho abrazo fue una verdadera demostración de amor.

Al poco tiempo, Tickleton fue a casa de Peerybingle y comprendió que su futura esposa ya se había casado en la mañana con Edward. Éste se marchó pero regresó casi inmediatamente porque no deseaba estar solo y había comprendido que había sido odioso y mala persona, pero al descubrir la bondad de John, entendió que debía cambiar de actitud y solicitó festejar con todos.

Los padres de May y los padres de Tilde, también estaban en el gran festejo. A la par, el grillo inició su canto y en casa de los Peerybingle se respiraba un ambiente de felicidad.

Personajes

John Peerybingle: Personaje principal. Un carretero. Hombre pesado, lento y honrado, de buen corazón y gran calidad humana.

Mary Peerybingle (Tilde): Personaje principal. Esposa del John. Mujer bondadosa, ama y admira a su esposo con gran devoción.

Caleb Plummer: Personaje secundario. Un pobre y anciano fabricante de juguetes que trabaja para Tackleton. Tiene una hija ciega y le miente acerca de su realidad para hacerla mejor ante la percepción de su pobre hija.

Berta Plummer: Personaje secundario. Hija de Caleb. Niña ciega que tiene un corazón noble y comprende a su padre.

Tackleton (llamado Gruff and Tackleton): Personaje secundario. Un comerciante de juguetes, severo, de mal carácter, odioso y sarcástico.

May Fielding: Personaje secundario. Una amiga de Tilde que iba a contraer matrimonio con Tackleton.

Sra. Fielding: Personaje secundario. Madre de May. Una ancianita impertinente y murmuradora.

La batalla de la vida

Primera parte

En un amplio campo en Inglaterra, se había desatado una sangrienta batalla hace muchos años. Este campo quedó como un cementerio que a su vez hacía florecer hermosas flores y árboles con frutos. Después de muchos años, dicha batalla y el mito del campo de batalla quedó como una historia de ancianos.

Una mañana, dos jóvenes hermosas, bailaban alegremente por el prado al ritmo de un arpa y un violín. Dichas jóvenes eran hijas del doctor Jeddler, Marion y Grace, quienes festejaban aquel día el cumpleaños de la más pequeña de las dos, Marion. Alfred, quien hasta ese día había permanecido bajo la custodia y tutoría del Dr. Jeddler y estaba profundamente enamorado de Marion, había organizado dicha serenata y ahora llegaba el día en el que se tenía que marchar a continuar sus estudios.

Por la tarde, a la hora del almuerzo, llegaron los abogados Thomas Craggs y Jonathan Snitchey, procuradores de los tribunales, para firmar los documentos que liberaban al Dr. Jeddler de ser tutor de Alfred y le daban una pensión de manutención.

El Dr. Jeddler era un hombre bueno de carácter ligero, tomaba la vida con humor y alegría, pues pensaba que ante los hechos que se enfrentan en la vida, uno debe reír o llorar, así que él prefería reír. Ante esta perspectiva, los abogados opinaban que la vida era fácil y que la ley la facilitaba aún más.

Después de una velada de risas, humor y planteamientos filosóficos respecto a la vida, llegó el carruaje que se llevaría a Alfred. Éste se despidió de su familia, le pidió a Grace que cuidara a Marion y se despidió de ella prometiéndole, a su regreso, un feliz matrimonio entre ellos.

Segunda parte

Craggs y Snitchey hablaban con un cliente, Michael Earden, acerca de su ruina económica temporal, por 6 o 7 años aproximadamente, y la necesidad de que partiera al extranjero a la brevedad posible. Warden confiesa que ese no es el único problema que lo mortifica, también está enamorado de Marion, a quien conoció cuando fue huésped en casa del doctor. Craggs y Snitchey trataron de convencerle que no había posibilidades con ella, puesto que estaba comprometida con Alfred y ellos mismos presenciaron el compromiso, no obstante, Warden cree que aún puede convencerla y que será voluntad de Marion escoger al hombre con el que se desea casar. Asimismo solicita un mes para solucionar sus asuntos y en cuanto terminara dicho plazo se marcharía.

Ya había pasado un año desde que Alfred se marchó y una tarde recibieron una carta de él advirtiendo su regreso dentro de un mes. Todos, excepto Marion, festejaban el regreso de Alfred y la futura boda.

Por la noche, Clemency le contaba a Benjamín, el criado del doctor, que Alfred estaría de regreso y hubo momentos en los que Benjamín le decía a Clemency que siempre la consideraría una gran amiga con una filosofía tan especial que alegró su vida. De pronto se escucharon ruidos en el jardín, benjamín salió a inspeccionar y Clemency descubrió a Marion, quien trataba de salir para hablar con Warden. Marion le pidió a su amiga que fuera discreta y que no comentara nada.

Al paso del mes esperado, todos los preparativos en la casa estaban listos para recibir a Alfred y festejar la boda con Marion. Grace se había encargado de casi todos los preparativos y el doctor esperaba con ansiedad a su antiguo pupilo.

Craiggs, su esposa y la mujer de Snitchey esperaban a que llegara su socio, pues éste se había quedado en la oficina atendiendo un asunto. Cuando Snitchey llegó le comentó a Craiggs que Warden ya se había marchado y que ya no insistiría con el asunto de Marion.

Entre tanto, Alfred se acercaba a la casa del doctor y se sentía tan emocionado, que decidió llegar a pie para darles la sorpresa. Cuando éste llegó a la casa le dieron la noticia de que Marion se había marchado esa misma noche, dejando tan sólo una carta. Alfred tomó las frías manos de Grace y se sintió profundamente triste.

Tercera parte

Seis años habían pasado desde aquella noche. Benjamín Britain estaba casado con Clemency y tenían una posada llamada El Rallador de Nuez Moscada. Ambos recordaban que de no ser porque el doctor la hubiese echado de su casa después de la partida de Marion, ahora no estarían casados felizmente. Asimismo, recordaban el arrepentimiento del doctor, quien siempre le pidió perdón a Clemency por haberla corrido, así como de la infinita bondad de Alfred. Un desconocido entró a la posada y le preguntó a Clemency lo que había ocurrido desde aquella noche, ella, quien se había percatado de que era Michael Warden, le contó la historia: después de que Marion partió, Grace y Alfred se casaron, el doctor reanudó sus relaciones con su hermana Martha y todos extrañaban a la pobre Marion, a quien habían perdonado por completo. Clemency le pidió a Benjamín que corriera a buscar al doctor, pero Warden se interpuso con una expresión triste que hizo entender a Clemency que Marion había muerto. El Sr. Snitchey también llegó a la posada solo, puesto que Craiggs, su entrañable amigo y socio, ya había fallecido, para decir que la verdad acerca de Marion sería descubierta hoy por la noche, día en que Grace y Alfred festejaban su aniversario y era el cumpleaños de Marion.

En casa del doctor, Grace, su esposo Alfred y su hijita, también llamada Marion, estaban en el jardín recordando a Marion y hablando acerca del secreto que esa misma noche sería revelado antes de que se pusiera el sol. Cuando se aproximaba la noche, Grace vio a lo lejos, en la entrada del jardín, la figura de Marion, quien no era un fantasma, sino la propia Marion que regresaba a su hogar. Marion le explicó a Grace que ella se marchó, no porque se fugaba con Warden, sino porque era la única forma de unirla a Alfred, pues ella siempre supo que ellos estaban hechos el uno para el otro, el profundo amor que Grace sentía por él y la admiración que Alfred sentía por ella, no obstante no lo aceptaban y Marion tuvo que tomar la decisión de resguardarse en casa de su tía Martha para impulsar la unión entre ellos. Cuando Grace comprendió la verdad, volvió a tomar a su hermana entre sus brazos como antes lo hacía y pudo ver con admiración el profundo amor que sentía su hermana por ella. Marion, por su aprte, no se casó con Warden durante ese tiempo, sino que vivió con su tía y el doctor Jeddler, sabía dicha situación.

Snitchey llegó a casa de Jeddler, así como Clemency, quien lloraba y gritaba de la felicidad al ver a su amiga Marion. Warden también se acercó y pidió disculpas por el daño que había causado y prometió marcharse para siempre. Esto no ocurrió, pues se quedó allí y contrajo matrimonio con Marion y fueron todos muy felices.

Personajes

Grace Jeddler: Personaje principal. Hija mayor del doctor Jeddler. Entregada, amorosa y cariñosa, especialmente con su hermana menor, a quien amaba profundamente.

Marion Jeddler: Personaje principal. Hija menor del doctor Jeddler. Sacrificada y cariñosa con su hermana. Sacrifica su futuro con Alfred por amor a su hermana.

Alfred Heathfield: Personaje secundario. Joven estudiante de medicina, confundido y enamorado de la hermana incorrecta, pero las circunstancias lo llevan a descubrir su verdadero amor.

Dr. Anthony Jeddler: Personaje secundario. Un anciano caballero, padre de Grace y Marion. Hombre de buen corazón, jovial que gusta de ver la vida siempre con humor en lugar de preocupación.

Sr. Thomas Craggs: Personaje secundario. Procurador de los tribunales. Socio de Jonathan Snitchey

Sr. Jonathan Snitchey: Personaje secundario. Procurador de los tribunales. Socio y mejor amigo de Thomas Craiggs. Al parecer ambos amigos llevaban una relación de simbiosis laboral.

Benjamin Britain: Personaje secundario. Criado del Dr. Jeddler. Hombre pequeño con rostro agrio y descontento que encuentra la felicidad tras conocer la filosofía de vida de su futura esposa.

Clemency Newcome: Personaje secundario. Criada del doctor Jeddler. Alegre, de buen carácter y con la filosofía del rallador de nuez moscada: haz lo que quieras que te hagan.

Tía Martha: Personaje secundario. Hermana del doctor Jeddler.

Fuente