Resumen de El perfume (Patrick Süskind)

Jean Baptiste Grenouille tiene un don excepcional para reconocer y memorizar los olores; carece de moral, ética y conciencia. Sólo posee un objetivo concreto en su vida: crear el perfume perfecto, y para ello, todo es válido, incluso, los asesinatos en serie.

Primera parte

Jean Baptiste Grenouille nace el 17 de julio de 1738, en el lugar más maloliente de Paris y en un día muy caluroso. Era el quinto hijo, todos habían nacido en la pescadería y habían muerto; no obstante, Grenouille sobrevivió y su madre fue acusada de infanticidio y ejecutada una semana después.

Grenouille fue enviado con varias nodrizas, pero ninguna deseaba alimentarlo porque comía mucho. Las nodrizas que lo cuidaron se deshicieron de él y lo dejaron en el convento de Saint Merri, donde recibió el bautismo y el nombre de Jean Baptiste. El padre Terrier decidió criarlo a expensas del convento y lo entregó a la nodriza Jean Bussie, quien semanas después lo regresó porque lo consideraba diabólico, ya que no emitía ningún olor como una persona normal. El padre Terrier, pese a ser un hombre culto, tampoco deseaba tener al pequeño Grenouille cerca después de haber sido olfateado por el niño casi recién nacido, al grado que podría olerle las entrañas; por lo tanto, decide enviarlo lejos de su convento con madame Gaillard, quien aceptaba niños de toda condición. Grenouille vivió allí hasta 1747; durante su estancia, madame Gaillard pensaba que Grenouille podía ser una especie de vidente, pues localizaba las cosas más escondidas sin ningún problema; sin embargo, el verdadero don de Jean Baptiste era el olfato altamente desarrollado, el cual le ayudaba a caminar en la noche, a encontrar la leña y a distinguir cualquier objeto. Grenouille no fue muy brillante para los estudios, tampoco muy querido por sus cohabitantes, no obstante, poseía una memoria extraordinaria para los aromas y procuraba aprenderse los nombres de todo olor que percibía. Cuando Grenouille cumplió 8 años, el convento de Saint Merri dejó de enviar dinero para su manutención y dada la posibilidad de que el niño fuera un vidente que podría causar desgracias, madame Gaillard decidió deshacerse de él enviándolo a la tenería de Grimal, en donde probablemente tendría pocas probabilidades de sobrevivir. Esto no fue así, pues no sólo sobrevivió a las malas condiciones en las que vivía, sino que sobrevivió al ántrax maligno contraído por la humedad de las pieles que transportaba, de tal suerte que se convirtió en uno de los trabajadores más valiosos de Grimal, dada su resistencia, obediencia, laboriosidad y modestia.

El primero de septiembre de 1753, aniversario de la ascensión al trono del rey, se encendió un castillo de fuegos artificiales. La muchedumbre se había congregado para admirar el festejo. Grenouille asistió con la esperanza de encontrar un nuevo olor, sin embargo todos los olores de la muchedumbre y los fuegos artificiales ya eran conocidos para él. De pronto el viento le llevó una fragancia que nunca había percibido antes, ésta venía de lejos, así que Grenouille comenzó a seguirla para descubrir la fragancia de sutileza y finura excepcional. Por primera vez su corazón sufría un tormento, pues pensaba que aquella fragancia era la clave para las demás y que sin el conocimiento de ésta estaría completamente perdido.

El olor bajaba de la Rue de Seine, en donde estaba una muchacha hermosa, pelirroja y de ojos verdes pelando unas ciruelas amarillas. Grenouille no se fijó en ella, era su esencia de gran finura y particularidad lo que le mortificaba. Éste se acercó por detrás a la muchacha, la estranguló y entre tanto, absorbía su olor con tal fuerza, que parecía que había secado por completo el cuerpo de su víctima. Cuando el cadáver fue encontrado, Grenouille ya estaba muy lejos de la Rue de Seine.

En aquella época había una decena de perfumistas en París, uno de ellos, Baldini, era un perfumista famoso que ahora estaba en decadencia, pues su competencia, Pélissier, había inventado grandes fragancias que se popularizaban con rapidez y Baldini perdía, con la misma rapidez, la inspiración para crear nuevas fragancias. El conde de Verhamont le encomendó a Baldini un cuero perfumado con la fragancia similar a Amor y Psique de Pélissier. Baldini compró la fragancia e intentó reproducirla sin conseguir éxito alguno. Tras dicho fracaso, tomó la determinación de perfumar el cuero con la fragancia de Pélissier y dejar por completo el negocio de la perfumería, pues sentía que ya no podría continuar más en ello, dada la falta de inspiración. De pronto, Grenouille tocó a la puerta de Baldini, pues llevaba consigo el cuero de Grimal para el Conde de Verhamont. La decisión era clara, Grenouille deseaba convencer a Baldini de que él tenía la vocación para ser perfumista. Al principio, Baldini negaba la posibilidad de que un muchacho pudiera crear Amor y psique sin que éste tuviese la fórmula del propio Pélissier, de igual forma se presentaba escéptico y receloso ante Grenouille; sin embargo, tras insistir mucho, Jean Baptiste tuvo la oportunidad de demostrar su talento, de tal suerte que creó Amor y psique a través de métodos no convencionales que probaban que éste no poseía la fórmula, pues desconocía las medidas y métodos exactos y sólo se dejaba guiar por su extraordinario olfato. A partir de entonces, Baldini descubrió que el muchacho poseía un talento excepcional y lo convirtió en su aprendiz. Juntos crearon cientos de fragancias que convirtieron a Baldini, nuevamente, en uno de los perfumistas más importantes de Francia. Era evidente que Grenouille creaba las fragancias mientras que Baldini escribía las fórmulas en un cuaderno que cuidaba y guardaba con gran devoción. Asimismo, Grenouille aprendió los métodos de los perfumistas con exactitud, las mediciones, los procesos de destilación, etc. Grenouille pasaba horas aplicando los procesos de destilación de Baldini, manifestando una obsesión por despojar los objetos de su fragancia, incluso la sangre, sin conseguirlo con éxito. Un día, Grenouille enfermó gravemente de una especie sifilítica de la viruela, complicada con un sarampión purulento en su último estado. Estaba condenado a morir y Baldini sentía un enorme pesar al pensar que ese gran genio que yacía en la cama con un aspecto moribundo y desagradable por las erupciones en su piel provocadas por la enfermedad, dejaría de darle los grandes secretos para crear nuevas fragancias. Durante momentos de agonía, Grenouille le preguntó a Baldini si existía algún método aparte del prensado y el destilado para extraer la fragancia de un cuerpo; Baldini contestó que habían tres métodos: enfleurage a chaud, enfleurage a froid, enfleurage a l’huile, utilizados en el sur de Francia. Un par de días después, Grenouille mejoró y tomó la determinación de marcharse de Paris al sur de Francia. Baldini accedió a que su aprendiz se marchara, sin embargo, le puso tres condiciones: no volver a hacer ninguna de las fragancias que hizo allí ni revelar las fórmulas de los mismos, segunda, no volver a Paris mientras Baldini viviera y tercera, guardar secreto absoluto de las dos condiciones. Como a Grenouille no le afectaban las condiciones, y como éste no tenía moral, juró cumplir las tres condiciones y se marchó de Paris. Esa misma noche ocurrió una pequeña catástrofe, la casa de Baldini se derrumbó cuando el Pont au Change se resquebrajó y desplomó, llevando consigo la casa de Baldini, al propio Baldini y su esposa.

Segunda parte

En el momento que se derrumbó la casa de Baldini, Grenouille estaba en Orleáns. Entre más se alejaba de la ciudad, mejor se sentía, disfrutaba de las fragancias del campo y sobretodo la soledad, pues detestaba el olor de las personas y la maloliente ciudad.

El punto más alejado de los hombres en todo el reino estaba en la cima de un volcán de dos mil metros llamado Plomb du Cantal; la montaña era gigantesca y casi inaccesible, de tal suerte que Grenouille decidió instalarse en una caverna en donde ningún ser humano había vivido allí antes o se encontraba cerca. Grenouille se había aislado del mundo para su propia satisfacción, era inmensamente feliz e imaginaba historias en donde él era el rey y su reino era la caverna; recordaba los olores de su vida como si éstos representaran vinos exquisitos y se alimentaba de serpientes de agua y ratas de alrededor, sin que esto le causara ninguna afección.

Grenouille vivió allí siete años y la razón por la cual decide marcharse es porque descubre que su cuerpo no posee ningún olor; él conocía perfectamente los olores de las personas y le extrañaba y mortificaba enormemente pensar que después de tanto tiempo, sin haberse bañado ni una sola vez y con la misma ropa con la que llegó, no emitía el olor de los seres humanos, peor aun, olor alguno; la caverna seguía oliendo exactamente igual que cuando llegó.

Su aspecto era espeluznante, el cabello le llegaba hasta las rodillas, la barba hasta el ombligo y sus uñas eran como garras de ave. Al llegar a la ciudad, la gente le rehuía por su aspecto. Sin embargo, el marqués de la Taillade-Espinasse, creador de la tesis acerca del fluido letal (tesis que plantea que la vida sólo puede desarrollarse a cierta distancia de la tierra, ya que ésta emana constantemente un gas putrefacto y la mejor manera de conservar la salud es mediante una alimentación de productos alejados del suelo) quedó maravillado al descubrir a Grenouille, quien a sus 25 años presentaba ya un aspecto senil y en cierta forma verificaba sus teorías. Grenouille justificaba su ausencia afirmando que durante un viaje lo habían asaltado unos bandidos, secuestrado y mantenido como prisionero en una cueva durante siete años. Taillade-Espinasse tomó a Grenouille como la prueba y objeto de su tesis, lo arregló de pies a cabeza, lo perfumó, lo vistió como todo un caballero y lo presentó ante sus discípulos como una evidencia viva de su teoría, que al recibir una dieta adecuada, impediría que el fluido letal siguiera causando efectos negativos en su cuerpo. Grenouille accedió a ser el protegido de Taillade-Espinasse, pues por ahora, necesitaba regresar al negocio de la perfumería y fue el conde quien le permitió que siguiera con dicha actividad. Durante esta época, Grenouille creó una fragancia a base de excremento de gato, vinagre, pescado podrido, sal fina, huevo podrido, nuez moscada, castóreo, cuerno pulverizado, tocino chamuscado, algalia y alcohol, para obtener la fragancia de ser humano, asimismo creó una fragancia agradable la cual mezcló con la fragancia pestilente para obtener como resultado un olor a ser humano perfumado. Cuando Grenouille aplicó la fragancia diseñada para él mismo, la gente ya no le temía más, se había vuelto más agradable y le producía orgullo el efecto que causaba sobre sus semejantes. Una mañana de marzo, Grenouille se marchó de Montpellier, y ese día nadie le vio salir, pese a su fama del cavernícola restablecido, ya que no se perfumó con su fragancia especial. Taillade-Espinasse estaba furioso, pues ya tenía planes de presentarlo en todo el reino, sin embargo, avisó que Grenouille se había marchado a Paris para atender asuntos familiares. El conde se calmó después, pues su teoría se hizo muy famosa y en 1764 fundó la primera logia del fluido letal, posteriormente, a principios de diciembre, fue con varios discípulos al pico más alto de los Pirineos y nunca más se le volvió a ver. Todavía hoy existen varias vertientes de los Pirineos, logias tailladistas secretas que encienden una hoguera en memoria de su maestro Taillade-Espinasse y su gran fluido para alcanzar la vida eterna.

Tercera parte

El recorrido de Grenouille para llegar a Grasse, la cuna de los perfumistas franceses, tomó 7 días. Allí se podían apreciar grandes casas burguesas, que de acuerdo al don olfativo de Grenouille, tenían muchas esencias, dinero y jardines detrás de sus muros.

En la Rue Droit, al final de la ciudad, detrás de los muros de una de las casas más grandes, percibió la fragancia de la muchacha pelirroja que había asesinado en la Rue de Marais en 1753. Grenouille sabía que provenía de una niña pelirroja, la cual en dos años más, poseería la fragancia más exquisita de Francia, sin embargo, Grenouille controló su estado de embriaguez y decidió esperar el tiempo necesario mientras aprende los métodos adecuados para extraer su fragancia como si ésta fuera una flor exótica.

Grenouille solicitó trabajo en un pequeño taller que pertenecía a una mujer viuda hábil para los negocios, madame Arnulfi. Recibía dos francos por semana, dormía en una cabaña cerca de un convento y trabajaba con Druot, un hombre grande que también era ayudante de madame Arnulfi y con quien tenía relaciones íntimas secretas. Allí aprendió el método para extraer las fragancias de los narcisos mediante una caldera hirviendo con cebo de cerdo; de dicho procedimiento se extraen pomadas y esencias, las cuales tenían un gran valor comercial, dado que se utilizaban miles de flores para obtener tan sólo 3 frasquitos con esencia de narciso. Poco a poco, Grenouille, aparentando un carácter sumiso, fiel y jamás arrogante o petulante, fue ganándose la confianza de Druot, quien lo dejaba más tiempo solo y le delegaba mayores responsabilidades para cumplir con madame Arnulfi y embriagarse en la cantina, pues de cierta forma comprendía que éste tenía la suerte de atinarle a los procesos, a las pieles y al aroma de los perfumes, sin embargo, dicha suerte no era más que el gran olfato del aprendiz sumiso y obediente.

Grenouille creó varias fragancias para sí mismo: la primera, a base de leche, servía para hacer sentir compasión; la segunda era para pasar desapercibido, la tercera, un poco más fuerte, la utilizaba para ser atendido y la última, la más fuerte y desagradable de todas, era usada para evadir a las personas. Durante este tiempo, Grenouille realizó experimentos, tanto con cuerpos inanimados como con seres vivos para extraer su fragancia, de tal forma que dejaba trapos impregnados de grasa en las iglesias y en los bares para extraer el olor de los lugares, asimismo, mató un cachorro para extraer su fragancia, concluyendo que debía matar a los animales o personas para alcanzar sus objetivos.

Un día Grenouille fue a la casa de la Rue Droit y permaneció allí un largo rato aspirando el aroma de la muchacha pelirroja. Se sintió frustrado al pensar que su fragancia la perdería al poco tiempo después de hacerla, pues esta se evaporaría; no obstante, dedujo que para conservar la fragancia, ésta debía ser mezclada con otras que no predominaran de la misma forma, pero que finalmente sirvieran para fijar el aroma.

En mayo del mismo año apareció una muchacha muerta, desnuda y sin cabello en un campo de flores. Posteriormente, se hallaron más mujeres que seguían el mismo patrón: muchachas que acababan de convertirse en mujeres, las más hermosas, tipo moreno y seductor, siempre y cuando no fueran muy delgadas. Poco después, ya no importaba si éstas eran morenas, rubias o castañas, o si eran capturadas en la calle. Finalmente, 24 mujeres fueron encontradas, ninguna había sido violada, pero todas estaban desnudas y rapadas.

La gente de Grasse y sus alrededores estaba aterrada, los familiares de muchachas jóvenes no permitían que éstas salieran solas a la calle, se organizaron patrullas nocturnas para vigilar las calles e incluso la iglesia excomulgó al asesino de dichos crímenes. En noviembre cesaron los asesinatos y muchos lo atribuyeron a que en Grenoble habían encontrado a un hombre que estranguló y desnudó a una muchacha, sin embargo, los asesinatos de las 24 muchachas eran mucho más limpios y minuciosos y el patrón no se repetía de la misma forma.

Antoine Richis, Segundo Cónsul de Grasse, rico y poderoso comerciante burgués y padre de la muchacha pelirroja que vivía en la Rue Droit, seguía preocupado por el asesino, pues estaba seguro de que éste se encontraba en Grasse y que continuaría con la ola de asesinatos. Lo que más le inquietaba era pensar que su hija, Laure Richis, ahora más hermosa y cautivadora que nunca, sería la cúspide entre las víctimas del asesino. Ante esto colocó rejas en las ventanas de su casa y aumentó la vigilancia, sin embargo, aun se sentía inquieto y padecía de pesadillas. Todo ello lo orilló a precipitar la boda de su hija con el barón Bouyon, quien ya no tenía mucho dinero pero su título representaba una buena posición social, ofreciendo pagar las deudas a cambio de que la boda se realizara en los próximos 10 días; entretanto, llevaría a Laure a un monasterio en Saint Honorat.

A la mañana siguiente, Antoine Richis ordenó empacar todo para viajar a Grenoble. Esta ruta no era más que un plan para despistar, pues en realidad se dirigían hacia la costa. Ese mismo día, Grenouille, quien ya había elaborado 24 frasquitos con las fragancias de las muchachas asesinadas, iba ahora por la última y la más importante de todas; no obstante, su olfato le reveló que algo marchaba mal y por un momento pensó que su flor preciada había fallecido. Grenouille le preguntó a un vigilante sobre el rumbo que había tomado el Segundo Cónsul, tomó sus cosas y se marchó, no a donde le habían dicho, sino a donde su olfato le guió.

Grenouille llegó a La Napoule antes de que arribara la caravana de Richis; pidió asilo en el establo y un poco de comida, argumentando que era curtidor de Niza con dirección a Marsella. Cuando Richis se presentó en la posada de La Napoule, fue al establo a verificar el aspecto de Grenouille, quien aparentaba dormir en paz y no representaba ninguna amenaza ante los ojos de Antoine.

Por la noche, todos dormían plácidamente y Grenouille se preparaba para realizar su último golpe. Se introdujo en la habitación de Laure, la mató de un golpe en la nuca, la desnudó para envolverla, como una momia, en los paños engrasados y se sentó a esperar seis horas a que se impregnara su fragancia. Estos eran los momentos más felices y afortunados de su vida, la espera no le molestaba y aguardaba pacientemente y sin contratiempo alguno. Casi al amanecer, Grenouille recogió el paño que la envolvía, su ropa y sus cabellos y se marchó silenciosamente. Al poco rato, Richis descubrió el cuerpo de su hija y recordó que la escena ante sus ojos era la misma que había tenido en sus pesadillas.

La noticia de la muerte de Laure causó pánico en la población provocando una exhaustiva búsqueda, tanto en Grenoble, Marsella, Niza, Grasse y sus alrededores. Ahora, el asesino había sido visto, aunque nadie recordaba con exactitud su físico, todos coincidían en que cojeaba. Esto provocó que muchos pensaran que era el mismo diablo el autor de los crímenes y realizaran rituales de brujería entre ciertos sectores de la población.

Después de 10 días, y de haber apresado a un inocente que cojeaba por casualidad, el capitán de guardia, que le había dicho a Grenouille la dirección que tomaron los Richis, reconoció a Jean Baptiste cuando éste entraba al taller de madame Arnulfi.

Grenouille fue capturado y en su cabaña encontraron enterradas las ropas y cabellos de las 25 muchachas. El pueblo estaba conmocionado y deseaba lincharlo, pero al verlo, no podían concebir que aquel hombre pequeño, encorvado e indefenso, podría ser el autor de dichos crímenes. Grenouille fue sometido a torturas para que confesara las razones por las cuales había asesinado a las muchachas, sin embargo, su única respuesta era: porque las necesitaba. El 15 de abril de 1766, se definió que la sentencia de Grenouille sería recibir 12 latigazos con una barra de hierro que destruirían sus articulaciones y posteriormente, colgarlo en una cruz hasta su muerte en la plaza principal de Grasse.

Toda la población esperaba con ansiedad el evento, incluso se construyeron unas gradas en primera fila para los más ricos y poderosos; entre ellos, Richis, quien se sentía repugnado por la situación, pidió estar en primera fila para verle morir y sufrir como un criminal.

El día de la ejecución, la multitud se aglomeraba alrededor, los comerciantes vendían bien y las familias esperaban con emoción. Había un total de 10,000 personas, tanto de Grasse como de sus alrededores.

Grenouille arribó dentro de un carruaje, pues de esta manera evitarían que los presentes intentaran matarlo antes y era el trato especial que debía recibir un criminal de su talla. Cuando Grenouille salió del carruaje un milagro ocurrió, la gente sentía, convencidamente, que él no era culpable; no podían creer que un ser tan hermoso y tan inocente fuera un asesino. La muchedumbre comenzó a sentir excitación y deseos de amor, a tal grado que comenzaron a surgir actos orgiásticos en la plaza. Grenouille sentía que era el rey, tal como en las historias que imaginaba cuando vivía en la cueva; todos lo adoraban y con su simple presencia habían olvidado sus crímenes, incluso las familias afectadas. Richis se le acercó y Grenouille pensó que no podría engañarlo a él, sin embargo, Richis le pidió perdón por haberlo juzgado mal; en ese instante, Jean Baptiste perdió el conocimiento y fue llevado a la recámara de Laure Richis; allí, Antoine, quien cuidaba atentamente de Grenouille, le pidió que fuera su hijo y heredero.

A la mañana siguiente, Grenouille se marchó de Grasse sin que nadie se diera cuenta de ello, pues muchos seguían embriagados por el día anterior y sin su esencia, tenía la fortuna de pasar desapercibido. En el pueblo, nadie recordaba con exactitud lo que había ocurrido y preferían no hablar de aquel día y dado que Grenouille era considerado inocente, el caso se reabrió y encontraron culpable a Dominique Druot (finalmente era suya la cabaña y las evidencias estaban allí).

Cuarta parte

Para la aparición en Grasse, Grenouille sólo había utilizado una gota de su perfume y si lo deseaba, en Paris podría dejarse adorar por miles de personas o incluso como a un Dios en la tierra; tenía el poder para hacer todo esto, sin embargo, no podía olerse a sí mismo y por lo tanto, le importaba un bledo el mundo, él mismo y su perfume. Estaba profundamente decepcionado, ya que no quería ser la adoración de los hombres, aborrecía a los hombres. Ya no encontraba sentido a su vida, no quería regresar a la cueva, pues sabía lo que esto significaba, así que decidió regresar a Paris para morir allí.

El 25 de junio de 1767, Grenouille entró en un cementerio donde se reunía la chusma más heterogénea: ladrones, asesinos, prostitutas, desertores, jóvenes forajidos. A continuación se salpicó varias veces del perfume. En el primer momento retrocedieron con profundo respeto y pura estupefacción, pero su respeto se convertía en deseo y su asombro en entusiasmo. Se sintieron atraídos hacia aquel ángel humano quien emitía un reflujo avasallador que atraía a todos los presentes hacia él. Pronto no cupieron todos en él y empezaron a apretarle, a empujar y a devorar. En tiempo muy breve, el ángel quedó partido en 30 pedazos y cada miembro de la chusma se apoderó de un trozo hasta que la última fibra de Jean Baptiste Grenouille había desaparecido de la faz de la tierra. Todos habían cometido ya en alguna ocasión algún crimen, pero ¿devorar a una persona? En sus almas tenebrosas se insinuó una alegría que producía felicidad suave y virginal. Estaban extraordinariamente orgullosos. Por primera vez habían hecho algo por amor.

Personajes

Jean Baptiste Grenouille: Personaje principal. Hombre con un don extraordinario para el olfato, pequeño, jorobado, repleto de cicatrices causadas por las múltiples enfermedades que contrajo y carente de olor propio. De carácter, carece de total moral, valores y ética. Egoísta, astuto, hipócrita, callado, sumiso, obediente para el trabajo y obsesivo con respecto a la fragancia perfecta. Su resistencia física lo convierten en la garrapata Grenouille.

Padre Terrier: Personaje secundario. Hombre educado y caritativo. Rechaza a Grenouille al presentir algo maligno en el niño, quien lo olfateó a profundidad hasta extraerle el olor de sus entrañas.

Madame Gaillard: Personaje secundario. Tutora de Grenouille en sus primeros años. Supersticiosa y apegada a las reglas de su orfanato, pues abandona a Grenouille cuando deja de recibir dinero del convento sin importarle las consecuencias de su futuro.

Grimal: Personaje secundario. Patrón de Grenouille en la tenería. Considera a Jean Baptiste de gran valor cuando éste sobrevive al ántrax maligno contraído por la humedad de las pieles.

Baldini: Personaje secundario. Perfumista famoso que vive frustrado porque carece de imaginación para crear nuevas fragancias. Devoto a Dios y generoso en cierta forma. Aprovecha el talento de Grenouille, plagia todas sus fórmulas y las guarda como sus más preciados tesoros.

Taillade-Espinasse: Personaje secundario. Científico que sostenía con fervor su teoría del fluido letal. Usa a Grenouille como un ejemplo vivo de su teoría, lo protege y es generoso con él.

Madame Arnulfi: Personaje secundario. Mujer viuda, hábil para los negocios y precavida con sus pertenencias. Contrae matrimonio con Druot después de pasar su año de luto.

Dominique Druot: Personaje secundario. Ayudante en la perfumería de madame Arnulfi, con quien sostenía relaciones amorosas. De complexión grande y gustaba de beber en la cantina.

Antoine Richis: Personaje secundario. Padre de Laure, la muchacha con la fragancia más codiciada por Grenouille. Hombre rico, comerciante burgués y segundo cónsul en Grasse. Inteligente y astuto, conoce los pasos del asesino. Ama a su hija con gran devoción y lamenta tener algún parentesco por la gran belleza de su hija.

Fuente