Resumen de Casa de muñecas (Henrik Ibsen)

Esta obra de teatro es un clásico ejemplo de tragedia moderna donde la voluntad de los hombres produce inconformismo y la sociedad limita en gran manera, el desarrollo de sus habitantes. Y es precisamente en la célula que conforma la sociedad donde tiene acción la obra: la familia. Ibsen dinamita la estabilidad familiar señalando la hipocresía que cohabita en ella en una obra en tres actos de notable intensidad.

Acto primero

El matrimonio conformado por Helmer Torvaldo y Nora ha pasado por épocas donde la economía ha brillado por su ausencia. Sin embargo, todo vino a cambiar luego de la promoción de Torvaldo a director del banco donde trabaja, puesto que desempeñará, pasando las fiestas navideñas. Nora es una mujer agradable pero caprichosa, despilfarradora y consentida. También es madre de tres hijos: Ivar, Bob y Emmy. Los tres menores de edad. Torvaldo conoce bien a su mujer, adopta una postura paternalista cuando está con ella. Ambos se sonríen cuando están juntos –él la llama alondra, ardillita y ella se comporta boba y complaciente-.

Ambos reciben también diferentes visitas. Cristina y Nora conversan en la sala. Desde hace diez años que las amigas no se ven; hace ocho del feliz matrimonio, según presume, de Nora. Cristina por el contrario no luce nada bien. Nora le pide que le platique de su vida pero antes, le cuenta del fortunón reciente que le sucedió a su inmejorable familia. También subraya: – Hoy no quiero ser egoísta.

Nora considera necesario aclarar que también ella ha trabajado y que tuvo que intervenir directamente para salvar la vida de su marido cuando, luego de un año de trabajo excesivo cayó gravemente enfermo. El médico había recomendado un viaje de descanso a Italia que costó cuatro mil ochocientas coronas y que fueron prestados por el padre de Nora por petición de la misma. Cristina recuerda que al poco tiempo, éste falleció.

A Cristina por su parte no le había ido nada bien: había tenido que casarse con un hombre al cual no amaba pues su madre estaba muy enferma y tenía que hacerse cargo de sus dos hermanos menores y si bien ahora ya no tiene esposo, ni madre, y sus hermanos son autosuficientes, Cristina se siente vacía por no tener a nadie a su lado. Nora le pregunta si le alegró la promoción de Torvaldo –por un provecho personal- y Cristina contesta afirmativamente. Nora se alegra entonces de poder servirle a su amiga. Cristina piensa que es loable viniendo de alguien que en realidad no conoce el sufrimiento como presume. Nora se indigna y le reprocha que sin duda ella se siente orgullosa por haber ayudado a madre y hermanos Cristina asiente y Nora entonces le hace una confesión. Ella le salvó la vida a Torvaldo consiguiendo el dinero para el viaje a Italia. Todo mundo cree, -por qué así lo arregló Nora- que el dinero lo obsequió el padre de Nora lo cual es falso y fue Nora quien se hizo de la suma. Naturalmente Torvaldo lo ignora pues reprueba que una mujer se valga por si misma que para eso tiene al marido.

La platica es interrumpida cuando la criada anuncia la visita de un abogado de nombre Krogstad que busca a Torvaldo pues espera algún beneficio de su nuevo jefe. Nora lo hace pasar al estudio y le comenta a Cristina datos sobre él. Cristina sabe quien es pues platica haberlo conocido hace muchos años.

Por su parte, Torvaldo había recibido la visita del Dr. Rank que se convirtió en amigo de la familia. Rank sale del despacho de Torvaldo y conversa con Nora y la recién presentada Cristina. Nora se entera de que el nuevo puesto de Torvaldo goza de mucha influencia lo cual le produce risa. Nora les ofrece almendras y come con ellos –anteriormente le había negado a Torvaldo que estuviera comiendo dulces- se comporta como una niña hasta la llegada de Torvaldo.

Luego de las presentaciones, Nora le pide a su esposo trabajo para su amiga. Torvaldo acepta ayudarla. Helmer Torvaldo se va, seguido de Rank y Cristina.

Los hijos de Nora llegan, hablan todos al mismo tiempo, la madre los consiente uno por uno de pronto, el juego es interrumpido por Krogstad que entra disculpándose. Nora manda a sus hijos con la sirvienta y enfrenta, como a un viejo conocido, al intruso. Krogstad fue despedido y sabe que su trabajo lo ocupará Cristina. Entonces se nos es revelado que Krogstag fue quien le prestó dinero a Nora para pagar el viaje a Italia con su familia. Pero además de haber firmado un pagare fue capaz de falsificar la firma de su padre –quien en realidad había muerto antes- pues necesitaba un aval para el préstamo y quien mejor que su padre al fin que ni se conocían. Nora se siente con el derecho de haber obrado mal pues su esposo se encontraba enfermo y sólo un viaje de descanso, de un año, lo salvaría. Krogstad no se conmueve y le advierte no estar dispuesto a seguir perdiendo como hasta ahora. Se va. Nora se preocupa por la reacción de Torvaldo al saberse mentirosa y haber pedido a sus espaldas, trivializa el asunto. Helmer llega preguntando haber visto a Krogstad. Nora lo niega al principio. Torvaldo le pregunta si Krogstad le pidió que interceda por él. Nora lo acepta. Entonces Helmer le pide que se abstenga de hacerlo pues Krogstad es un elemento corrupto que no piensa volver a tener bajo su mando. Helmer sale. Nora se queda preocupada por sus hijos, por su esposo y por ella.

Acto segundo

Nora platica con su nana y le pregunta intrigada como fue que abandonó a su hija, -para cuidarla precisamente- y luego de agradecerle sus cuidados y mimos, repara en que si ella faltara, bien podría la nana seguir cuidando a sus tres hijos. Antes de salir, la nana asegura que en la velada próxima, justo arriba de su departamento, no habrá otra más guapa que la señorita. Entra Cristina. Nora da más detalles de la velada: será en la casa del cónsul Stenborg y Torvaldo decidió que ella iría vestida de pescadora Napolitana y bailara la tarantela. Mientras dialogan, Cristina remienda el traje de Nora. Luego hablan sobre el mejor amigo de la casa el Dr. Rank. Cristina piensa que fue el doctor quien le prestó el dinero a Nora pues ella le confiesa más cosas que ni a Torvaldo, Nora niega tal préstamo; luego sospecha que su amiga algo le oculta. Nora escucha que su marido se acerca y le pide a Cristina que vaya al cuarto de los niños. Cristina sale y entra Torvaldo. Nora representa el papel de la esposa-niña pero Torvaldo, que sabe muy bien sus intenciones, la para en seco. No pidas nada a favor de Krogstad. Nora insiste pero Torvaldo se mantiene y subraya que fue precisamente a su amiga Cristina a quien le dio el puesto y que Krogstad fue un mal amigo desde siempre. Llama entonces a la sirvienta y la manda con urgencia a que deposite una carta en el buzón. Nora pregunta el contenido y Torvaldo contesta que el cese de Krogstad. Nora suplica que detenga el rumbo de la carta. Implora por los niños. Torvaldo le dice que ella sólo se tiene que preocupar en ensayar el baile y que todo saldrá bien. Sale a su despacho. Llega Rank y Nora no le dice que su esposo la espera sino que platica con él. Rank se encuentra enfermo y teme lo peor. Nora no quiere escuchar su realidad. Rank demuestra celos con respecto a Cristina; Nora coquetea sutilmente con él y le pide un favor muy especial. Rank le confiesa entonces su amor y le pide que lo ponga a prueba. Nora se sorprende. Son interrumpidos por la criada que avisa mediante un papel que Nora tiene una visita. Nora dice que está por recibir su traje y que Torvaldo no debe verlo por lo que le pide que entre al despacho y lo entretenga. Rank entra al despacho y Nora recibe a Krogstad.

Enrique Krogstad le jura a Nora que a fines de año –es decir en unos cuantos días- él mismo dirigirá el banco y no Torvaldo. Krogstad carga con una carta dirigida a Torvaldo donde cuenta el préstamo que hizo y la posterior falsificación de la firma del aval. Nora le promete juntar pronto el dinero pero ahora Krogstad quiere más. Quiere que Torvaldo le dé un puesto especial y mejores condiciones de vida –de hecho quiere algo así como ser su asistente-. Nora lo escucha y lo ve irse.

Entra Cristina con el vestido. Nora ve desde la ventana que Krogstad mete la carta en el buzón de casa. Cristina descubre que su antigua pareja es el prestamista de su amiga. Nora se encuentra desesperada, pronto Torvaldo se enterará que su esposa pidió dinero precisamente a su némesis y que además falsifico una firma para obtenerlo. Cristina trata de tranquilizarla y se ofrece incluso a hablar con Krogstad. Torvaldo toca la puerta –pues se encuentra encerrado en su despacho- Nora le pide que espere pues se encuentra probándose el vestido. Cristina piensa que como las llaves del buzón las tiene Torvaldo, el único chance es que Krogstad le pida antes la carta por lo que sale en su encuentro.

Nora le abre a Torvaldo quien se desilusiona de no ver a su esposa vestida. Nora por su parte afirma que se trata de una sorpresa y le pide a su marido que la ayude a ensayar. Torvaldo desea primero revisar el correo, Nora le suplica que la dirija. Torvaldo se sienta al piano y toca, Nora baila y Rank contempla la escena. Luego Rank toca al piano y Torvaldo se concentra y marcar el ritmo a Nora. Entra Cristina y el ensayo se interrumpe. Torvaldo se sorprende de lo mucho que ha olvidado su esposa, ella por su parte le pide que la guié y se abstenga de ver el correo hasta después de la velada de mañana. Rank le sugiere no contrariarla. Salen los dos amigos. Cristina le dice a Nora que Krogstad se ha marchado. Sale Cristina y entra Torvaldo. Nora se lanza a sus brazos.
Tercer Acto

Cristina cita a Krogstad en casa de Nora justo a la hora en que sucede la fiesta. Platican. Krogstad se muestra renuente ante su ex compañera, Cristina le confiesa que en realidad era él el verdadero motivo de su regreso y que todo lo demás a sido circunstancial. Abiertamente le pide compartir de nuevo sus vidas: y los hijos de usted necesitan madre. Krogstad –quien se sentía menospreciado- se conmueve ante la declaración. De pronto, la música que de fondo se escuchaba termina. Cristina le pide que se vaya pues pronto bajaran Nora y Torvaldo. Krogstad sale feliz. Entran Torvaldo empujando a Nora vestida de napolitana, evidentemente, ella quería escuchar más elogios pero su marido consideró que había recibido suficientes. Torvaldo se sorprende de encontrar a Cristina. La amiga argumenta estar ahí para verla con su traje. Helmer la alaba pues su baile fue un éxito. En un descuido, Cristina le sugiere a Nora que lo mejor es confesarle todo a Torvaldo. Nora no acepta la propuesta. Cristina se despide y sale.

Una vez solos el varón trata de seducir a la hembra, sin embargo Torvaldo la sigue tratando como niña. Nora intenta digerir los últimos acontecimientos, argumenta sentirse casada para separarse del esposo. Tocan a la puerta y llega Rank. El trío conversa sobre lo bien que la pasaron en la fiesta. Rank luce un buen humor que destila. Nora le pregunta el motivo de su euforia y Rank contesta que ahora tiene certidumbre. Le pide un cigarro a Torvaldo y sale. La pareja se asegura que su amigo ha bebido demasiado.

Nora pregunta a Torvaldo lo que piensa hacer, éste le contesta que ira a revisar el correo.

Encuentra una carta de Rank con una cruz sobre el nombre. Torvaldo piensa que da parte de su eventual muerte, Nora lo confirma. Torvaldo minimiza el asunto y retoma la seducción hacia su esposa. Nora se aparta firmemente y le pide que lea las cartas. Torvaldo argumenta estar cansado, entonces Nora le reprocha su baja sensibilidad ante la insinuación de la muerte de su mejor amigo. Helmer recapacita y, luego de besar a su mujercita adorada sale a su despacho con las cartas. Nora se despide de su esposo e hijos.

Torvaldo sale de su despacho y entra furioso a la sala. La indignación caracteriza su discurso. Nora no niega lo escrito en las cartas y le pide que la deje ir pues no será su esposo quien de cuentas de sus actos. Torvaldo culpa al padre de Nora de que su hija se haya convertido en una embustera, una mentirosa que además ha colocado a su esposo bajo las tácitas ordenes de un vulgar prestamista que además acaba de correr. En lo sucesivo, dice Torvaldo, no hay que pensar ya en la felicidad sino sólo en salvar restos, ruinas, apariencias. Además le prohibe educar en lo sucesivo a los niños. Todo seguirá igual de apariencia.

Tocan a la puerta. La criada entra con una carta para Nora. Torvaldo la toma pensando lo peor y echando pestes contra todos, su semblante cambia enseguida y alegre se dirige a Nora diciendo que se trata del recibo de préstamo realizado. Torvaldo grita: ¡Estoy salvado, estoy salvado! Torvaldo es presa del frenesí, rompe y quema las cartas de su esposa pues poco importa lo que dicen. Perdona una y otra vez a Nora quien se mantiene seria y sale a quitarse el traje de napolitana, entra de civil. Torvaldo insiste en que la ha perdonado. Nora agradece su perdón y le pide que se siente pues tienen que hablar.

La toma de conciencia de Nora sorprende a Torvaldo pues escucha que su esposa lo culpe a él y a su padre de no tratarla como persona, como a un ser que piensa, siente y es capaz de tomar decisiones. Por eso Nora ha decidido dejar la casa. Torvaldo le reprocha que falta a sus deberes más sagrados –atender a esposo e hijos- Nora considera tener antes la prioridad para consigo misma. Torvaldo trata de persuadirla con todo tipo de argumentos que Nora contesta implacable. Ni la sociedad, ni la religión significan nada para ella salvo lo que se le ha dicho. Apartada, Nora está segura de encontrar su lugar en el mundo. Ya no me amas le reprocha Helmer. Nora asiente y subraya que Torvaldo no es el hombre que pensaba que era –su aceptación de las condiciones que Krogstad ni siquiera le había puesto se lo confirmó- Nora se ha sentido como una muñeca en ocho años de matrimonio con un extraño al cual le dio tres hijos que a su vez son las muñecas de ella. Por eso Torvaldo se queda sólo, imponente ante su esposa que se va.

Personajes

Nora: la mimada esposa de Helmer es hija única de una típica familia clasemediera. Ególatra. Resulta una mujer capaz que prefiere jugar el rol de mujer cursi y superficial a pesar de ser madre de tres hijos. Su trayecto a lo largo de la obra será el más profundo de todos.

Helmer Torvaldo: abogado quien recientemente ha recibido una jugosa promoción, misma que será detonador en su relación con Nora. Su papel de esposo-padre lo interpreta a la perfección.

Cristina: amiga de muchos años de Nora quien acude a ella en momentos de desesperación. Sin embargo también se topa con un antiguo amante de nombre Krogstad quien volverá a entrar en su vida sin proponérselo.

Krogstad: amigo de años de Torvaldo, es destituido de su puesto por el recién nombrado director del banco. Sin embargo, este fraudulento y buen hombre de familia mantiene un as en la manga que puede cambiar su destino en segundos. El encuentro con Cristina podría también, darle un nuevo matiz a sus emociones.

Fuente